Capítulo 28: Karim

72 8 2
                                    

Estaba preocupado por la seguridad de mi mujer y de su hermana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba preocupado por la seguridad de mi mujer y de su hermana. Porque sé lo que esa niña significa para ella y sé también que no me perdonaría nunca si le sucediera algo. Yo tampoco me lo perdonaría, pero que se puede hacer si sigo deseando tenerlas a las dos a mi lado y protegerlas de cualquier persona que intente hacerles daño.

Como estoy tan empeñado en estar con esa mujer, sé que debo ganarme el cariño de esa princesa y ya me ando haciendo a la idea de que Dalia se convertirá en una hija para mí en cuanto me case con esta fiera. Esa mujer me tiene haciéndome a la idea de que próximamente me convertiré en un padre de familia y hasta le pienso sacar partido a este matrimonio.

Porque ellas dos, me ayudaran a reafirmar mi fachada de empresario exitoso y a su vez me encargaría de hacerle creer al mundo que por el bien de mi familia he decidido no seguir los caminos de mi padre. Amarilis es la candidata perfecta para convertirse en mi esposa y necesito que sea muy pronto.

Porque necesitamos que los medios de comunicación de este país, comiencen a difundir una buena imagen de mí y esto me servirá de distracción para dejar de estar en la mirilla de los federales por culpa del incidente en el bar de Sergio. Mis hombres no logramos borrar todas las cintas de seguridad de ese bar y solo Teo logró borrar el día del atentado nada más. Sin embargo, los federales de este país no tienen ni la más remota idea de quién ha pasado a ser el líder de la organización después de la muerte del padre de Madison y esto es lo bueno de no haberme dado a conocer antes.

Solo me doy a conocer con las personas que verdaderamente tienen que tener claro quién es él que manda y da las órdenes para que ellos la sigan. El resto del mundo no tiene que saber que soy el líder y esto pienso ocultarlo lo más que pueda.

Ahora entienden mi prisa por convertirla en mi esposa, pero comenzaré por pedirle ser mi novia y seria bueno aprovechar la cena en donde estaremos ambas familias.

Joder, eso es lo voy a hacer.

—¿Ya terminaron, lindura? —les pregunto a través de la puerta y es que aún no salían del puto probador.

—Ya casi terminamos. —me responde la más pequeña y sonrió. De solo escuchar su voz y sus ocurrencias provocan que yo sonría como un idiota.

Esa niña es muy cariñosa, educada y muy inteligente para su corta edad. Eso me da a entender de que mi tigresa estaba haciendo un buen papel al sustituir a su propia madre y eso es admirable. Creo también que ya estoy comenzando a tomarle mucho cariño a esa niña de ojos caramelos al igual que mi mujer y la única diferencia es que Dalia tiene el cabello castaño y sus ojos achinados.

En un futuro me tocará ejercer el papel de padre y es algo para lo cual me estoy preparando. No voy a negar que me siento aturdido, porque no quiero que llegue a pensar que soy una bestia igual a como lo piensa su hermana y por ella intentaré ser un mejor hombre entre lo que cabe dentro de mi mundo. Claro que pondré todo mi empeño para lograrlo y no me será tan difícil. Porque para comenzar se necesitan las ganas y esas ya las tengo yo.

¿O eso es mucho pedir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora