Capítulo 26: Karim

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Quería quedarme en esa habitación de hotel junto a mi tigresa, pero Damián me llamó y me dijo que tenía información importante para mí

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Quería quedarme en esa habitación de hotel junto a mi tigresa, pero Damián me llamó y me dijo que tenía información importante para mí. Que necesitaba que yo la viera en persona y que tenía que ser para hoy mismo.

Así que le comunique que dentro de una hora me reuniré con él y ahora mismo voy de camino. Tuve que decirle dentro de una hora, porque quería ir a la mansión a cambiarme el traje por ropa casual y así no estar con la misma ropa de anoche.

Bajo de la camioneta y continuó dando pasos hasta mi edificio. Rápidamente me encuentro con Damián junto a Tobías y de una sola mirada entendí que era de Ali que me hablarían. Esto significa que tengo que deshacerme de Ali para saber a dónde fue anteayer en la noche y que tanto esconde.

—Ali, quédate aquí afuera. —le ordenó. —Ustedes vienen conmigo ahora. —le hablo a Damián y a Tobías.

Damián caminó justo a mi lado y Tobías iba justo detrás de nosotros. Al llegar a la oficina Damián es quién abre la puerta, yo entro y luego entra Tobías. Paso a tomar un vaso de whisky y le sirvo uno a Damián también. Luego me giro con ambos vasos y le dejó uno a Damián sobre la mesa.

—¿Qué información tienen para mí? —les preguntó tomando asiento en mi silla y sin perder tiempo.

—Señor, Ali fue a una casa que está localizada en Sparks, Nevada. —La distancia entre Sparks y Reno que es en donde vivimos es de casi quince minutos.

—¿Y quiénes viven en esa casa?

—En ese lugar viven tres mujeres, un hombre en silla de ruedas, tres niños y dos niñas. Acabo de enviarle las fotos que les tome a su celular, señor. —Habló Tobías y tomó mi celular para ver las imágenes detenidamente.

Claro ampliaba para ver sus rostros más de cerca y me asombré por dos rostros que reconocí al instante. Joder, no puede ser cierto y tiene que ser una jodida mentira lo que veo en estas cabronas imágenes.

—Maldición. —gritó en voz alta.

Carajos, por lo que veo mi tío tiene muchas más cosas que contar y esto sí, que no se lo perdonaré tan fácil.

¿Cómo pudo engañarnos a mí y a mis hermanas todo este maldito tiempo?

—¿Sabes algo más, Tobías?

—Esa noche vi a Ali montar en su auto a unos de los niños y a una de las mujeres para luego llevarlos al hospital. Cuando logró dar con ellos en el hospital me escondí para poder escuchar la conversación que sostenía y escuche como esa mujer se refería a Ali como Samir. Ambos sostuvieron una discusión de esas que solo sostienes con tu mujer, señor.

Todo estaba apuntando a que es cierto y no me cabe duda. Porque acabo de reconocer a una de las mujeres y al hombre en silla de ruedas.

¿Cómo carajos salieron ilesos de ese atentado?

¿O eso es mucho pedir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora