Cierro la puerta de casa y bajó las escaleras aguantándome del barandal para evitar caer al suelo por los tacones que me había puesto. Luego continuó caminando por el camino de concreto para detenerme delante de Karim, que ya se encontraba afuera de su camioneta con un hermoso ramo de Girasoles.
Cuando me acerco más al ramo, me doy cuenta de que se encontraba mezclado con otro tipo de flor del cual aún no sé su nombre y es porque era la primera que la veía. Cuando Karim me lo entiende, yo lo tomo para verlo mucho más de cerca, para luego llevarlo a mi nariz y aspirar ese aroma tan característico de las flores.
—Ya veo que te gustaron, lindura. —Habló Karim y paso a mirarlo sonriente.
—Amo todas las flores. Gracias por el detalle, pero iré a guardarlo dentro de casa. —le informé y él me asintió.
¿Qué se ha creído este imbécil?
Que unas hermosas flores van a hacer que me olvide de quién es él, de su trabajo y de cómo me está controlando. Creo que te estas equivocando bestia y es que si sigues en ese camino, no llegarás a nada conmigo. Porque yo lo que quiero de ti, es que me escuches y aceptes que tu extrema protección es asfixiante.
Paso a darme la vuelta y comienzo a caminar de regreso a casa. Al llegar gritó el nombre de la abuela y esta abre la puerta de inmediato. Dalia no tarda en aparecer detrás de ella y luego la observó salir corriendo hasta donde se encontraba Karim.
Dalia no me traiciones así y es que yo solo busco que te alejes de la bestia, no que te encariñes con ella.
—Dalia. —grito su nombre, pero esta no se detiene y solo se detiene cuando llega a los brazos de la bestia. Karim la tomó en sus brazos y la alzó para darle un vuelta en el aire. —Karim no le hagas eso. —Sin embargo, ni Dalia ni Karim me hicieron caso, por eso dejo de mirar la hermosa escena y poso mi mirada en la abuela.
—Por favor, guardame este ramo en mi habitación o se me marchitaran por el calor del auto.
—¡Están preciosas! —Habló la abuela con una enorme sonrisa en su rostro y extendió su mano para tomar el ramo.
Algo que deben saber de mí es que:
Amo las flores de cualquier color o cualquier tipo. Porque yo nunca he tenido una preferida y nunca la tendré. Esto es debido a que nunca he sabido cuál escoger de entre todas esas preciosas flores que abundan en el mundo y así que he escogido el camino más fácil. Quieren saber cuál es, pues decir que me gustan todas y que no tengo una preferida.
Algo que debo decir es que Karim solo vino con dos empleados y uno de ellos es Ali. El resto de los hombres y las camionetas están esparcidas por varias áreas de la calle de mi vecindario. Karim es más inteligente de lo que pensé, pero no más inteligente que yo y eso ustedes lo verán.
—Tienes razón, son preciosas y lo mejor es que están en su propio florero. —le contestó a la abuela y observó a Dalia regresar junto a nosotras con un billete en su mano.
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¿O eso es mucho pedir?
Random¿Qué haría si a tus 21 años, pierdes a tus padres en una accidente automovilístico, te toca buscar un empleo de medio tiempo y para completar tienes que hacerte responsable de la custodia de tu hermana menor de 6 años? Todo esto me pasó a mí y en ta...