El sexo con la bestia fue mejor de lo que yo esperaba y ahora ansiaba por volver a repetirlo una y otra vez. Aunque Karim fue todo un salvaje al principio y cuando se introdujo por primera vez dentro de mí. Mierda, había sentido un poco de molestia en mi zona íntima; pero a medida que pasaba el tiempo la incomodidad iba desapareciendo y había comenzado a disfrutar sus embestidas.
A medida que transcurría la noche comencé a sentirme muy excitada y juro que entre todos los orgasmos que me había provocado la bestia. Ahora no sabría descifrar cual de todos había sido el mejor y es que hasta había superado el orgasmo que tuve en su camioneta. No puedo creer que este hombre me hiciera alcanzar el éxtasis tantas veces en una sola noche y es que ni siquiera recuerdo cuantas veces fueron.
Esto me hizo descubrir que tenemos una buena química sexual y que si sigo por este camino me podría llegar a enchular de esta bestia. Cosa que debo evitar a toda consta y la verdad no tengo ni la menor idea de como evitarlo. Cuando ahora mismo lo único que deseo es que la bestia continúe besándome como lo está haciendo y que sus manos sigan recorriendo cada parte de mi cuerpo con sus suaves caricias.
Su lengua se apoderaba de la mía y yo me removía inquieta sobre su miembro. Estoy segura que no necesitaba juegos previos, porque sentir su miembro erecto debajo de mi coño hacía que la humedad apareciera por sí sola y tener su boca adueñándose de la mía más aún.
Creo que Karim se convertirá en mi perdición y a esto es a lo que tanto le estaba huyendo. A enamorarme de un imposible y terminar nuevamente con el corazón roto.
Esta mañana al levantarme tomé su corbata para amarrar sus manos al cabezal de la cama y claro que mientras lo hacía mi corazón palpitaba a mil por hora. Porque tenía miedo de su reacción al levantarse y más al darse cuenta que se encontraba sin salida. Aunque era la única manera en que la bestia accedería a mis peticiones, ya que por las buenas no quiso ceder, me ha tocado ingeniármelas para que fuese a las malas y por esa razón, me encargue de causarle un enorme cansancio anoche. Él no se dio cuenta, porque cayó tan profundo al haberse acostado en la cama y es que después de tanto sexo terminamos agotados.
Yo también caí profundo, pero la alarma me levanto esta mañana y por eso puede amarrarlo antes de que se despertarse.
—¿No te gusta sentirse acorralado, bestia? —pregunto cuando dejo de besarme y con una sonrisa plasmada en mi rostro. Claro que no puedo ocultar mi emoción y es que su rostro al levantarse valía un millón de dólares.
—No y no vuelvas a hacerlo, Amarilis. —me advierte Karim seriamente y sonrió quitándome de encima de él. Karim aprovecha para bajarse el bóxer y sentarse en la cama.
—Lindura, dame la espalda y es que ahora te haré que te arrepientas de haberme amarrado a esta puta cama. —me ordenó y yo me sorprendo bastante, pero sin quejarme le doy la espalda.
—Ya te estabas tardando mucho. —le contestó sin miedo alguno acostándome derecho en la cama y este me sonrió lujurioso.
Luego me hizo subir un poco el trasero para terminar introduciéndose dentro de mí y claro que fue por el mismo orificio que usó anoche. Jadeo cuando siento sus labios recorrer mi espalda dejando varios besos cortos y luego volvió a bajar por el mismo camino que había trazado antes.
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¿O eso es mucho pedir?
De Todo¿Qué haría si a tus 21 años, pierdes a tus padres en una accidente automovilístico, te toca buscar un empleo de medio tiempo y para completar tienes que hacerte responsable de la custodia de tu hermana menor de 6 años? Todo esto me pasó a mí y en ta...