HARRY POTTER AND THE MAGIC OF BONDS

Capítulo 36: Stagnant Bonds

Lunes, 6 de septiembre de 1993.

Después de una interesante lección sobre el Cuidado de las Criaturas Mágicas, en la que Hagrid presentó a los alumnos de tercer año a los hipogrifos, Hadrian estaba impaciente por ver cómo el profesor Lupin se las arreglaría para su doble período de Defensa. Estaba claro que al menos el hombre sabía algo, a juzgar por el hecho de que sabía que el chocolate ayudaría con la exposición a los dementores, pero el adolescente estaba interesado en ver qué más podría venir.

El hombre, mal vestido, entró en el aula justo cuando se suponía que iba a empezar la clase y llamó a los alumnos para que le siguieran. Los de tercer año empezaron a cuchichear mientras recorrían los pasillos, deteniéndose sólo para aprender un hechizo bastante gracioso que hacía que un chicle se alojara en la nariz de Peeves. La clase no pudo evitar reírse cuando el poltergeist salió volando enfadado. Después, siguieron mucho más animados hasta que les hicieron señas para que entraran en la sala de profesores.

-Déjalo abierto, Lupin-, se burló el profesor Prince mientras la clase entraba. -Prefiero no presenciar esto-. Se puso en pie y pasó junto a la clase, con su túnica negra ondeando tras él. Al llegar a la puerta, giró sobre sus talones y dijo -Es posible que nadie te haya avisado, Lupin, pero en esta clase está Neville Longbottom. Le aconsejo que no le confíe nada difícil. A menos que la señorita Granger le sisee instrucciones al oído-.

Neville se puso escarlata. Hadrian fulminó a Prince con la mirada; ya era bastante malo que intimidara a Neville en sus propias clases, no digamos si lo hacía delante de otros profesores. Tendría unas palabras con aquel hombre más tarde. El profesor Lupin había levantado las cejas.

-Esperaba que Neville me ayudara con la primera etapa de la operación-, dijo, -y estoy seguro de que la realizará admirablemente-.

La cara de Neville se puso, si cabe, aún más roja. Prince no dijo nada, pero salió, cerrando la puerta con un chasquido. Lupin los condujo a un lado de la habitación donde había un armario para que los profesores guardaran las túnicas de repuesto. Cuando fue a colocarse junto a él, el armario se tambaleó de repente, golpeándose contra la pared.

-No hay de qué preocuparse-, dijo el profesor Lupin con calma, ya que algunas personas habían saltado hacia atrás alarmadas. -Hay un boggart ahí dentro-.

La mayoría de la gente pareció pensar que eso era algo de lo que preocuparse. Neville le dirigió al profesor una mirada de puro terror y Seamus Finnigan observó con aprensión el pomo de la puerta, que ahora traqueteaba.

-A los boggarts les gustan los espacios oscuros y cerrados-, dijo el profesor Lupin. -Los armarios, los huecos debajo de las camas, los armarios debajo de los lavabos... Incluso me he encontrado con uno que se había alojado en un reloj de pie. Este se mudó ayer por la tarde y le pedí al director que lo dejara para que lo practicaras. Así que la primera pregunta que debemos hacernos es ¿qué es un boggart?-.

Hermione levantó las manos.

-Es un metamorfo-, dijo. -Puede adoptar la forma de lo que crea que nos asustará más-.

-Yo no lo habría dicho mejor-, replicó él, y Hermione prácticamente resplandeció. -Así que el boggart que está sentado en la oscuridad interior aún no ha adoptado una forma. Aún no sabe qué asustará a la persona que está al otro lado de la puerta. Nadie sabe qué aspecto tiene un boggart cuando está solo, pero cuando lo deje salir, se convertirá inmediatamente en lo que cada uno de nosotros más teme. Esto significa- continuó, optando por ignorar el pequeño chisporroteo de terror de Neville -que tenemos una enorme ventaja sobre el boggart antes de empezar. ¿Lo has visto, Harry?-.

-Hadrian-, respondió el chico inmediatamente. No le gustaba que le llamaran Harry.

-Hadrian, entonces-, dijo el hombre con una leve sonrisa y una mirada punzante para responder a la pregunta.