Viernes, 5 de agosto de 1994 (Continuación).
Griphook y Gornuk compartieron sonrisas sedientas de sangre al salir de la pequeña sala de conferencias. Dumbledore se había levantado, probablemente en un intento de despistar a Lord Black y al señor Lupin, pero los dos pudieron salir sin impedimentos cuando la señora Trimble y la señora Blaire detuvieron al hombre con más preguntas, que sonaban sospechosamente como si estuvieran planeando presentar cargos contra el director. Los dos magos compartían sonrisas igualmente sombrías mientras seguían a los duendes por los pasillos. Cuando llegaron al atrio, los goblins asintieron a los dos hombres.
-Sugiero, Lord Black- dijo Griphook respetuosamente, -que usted y su alfa coman algo y se relajen un poco. Si puede estar en Gringotts a las tres de la tarde, podremos facilitar la entrega de su hijo a su cuidado-.
-Gracias, Griphook-, dijo Sirius agradecido. -Nos veremos en unas horas, entonces-.
El pequeño grupo se separó, los duendes de vuelta a Gringotts y Sirius y Remus a la salida pública de Londres, donde podrían comer y pasear un rato, sin temor a que Dumbledore interfiriese.
Mientras comían, los duendes se pusieron rápidamente en contacto con los Malfoys para asegurar la presencia de Hadrian en el banco. El adolescente estaba muy emocionado por estar legalmente lejos de sus parientes muggles, y estaba deseando ampliar su familia. Dobby estaba encantado de ayudar a su pequeño amo a hacer las maletas y, poco antes de las tres, los Malfoys, Severus y Hadrian estaban atravesando el floo y entrando en Gringotts.
El grupo de cinco apenas se había instalado en el despacho de Gornuk cuando se oyó el familiar golpe de Griphook. Gornuk hizo entrar a su colega, y el duende fue seguido al despacho por Sirius y Remus.
-Maestro Gornuk-, Sirius ofreció una reverencia al duende, que respondió -Lord Black-.
Los ojos de Sirius se iluminaron al ver a Hadrian, pero su expresión decayó al darse cuenta de que Lucius y Severus estaban presentes. Esbozó una sonrisa rígida hacia su prima, Narcissa, pero se volvió positivamente glacial cuando saludó a los dos hombres.
-Lord Malfoy-, Sirius hizo una media reverencia, -Lord Prince-.
-Lord Black-, dijeron Lucius y Severus arqueadamente.
-Nada de peleas en Gringotts-, dijeron Griphook y Gornuk a la vez.
-Sirius-, continuó Griphook en su calidad de gestor de cuentas del hombre, -Lucius y Severus fueron los dos que rescataron a tu hijo de los muggles cuando tenía ocho años y han seguido alojándolo ilegalmente, y realizando bastante magia ilegal para evitar que tanto los muggles como el mundo mágico reconocieran que el chico no estaba donde se suponía que debía estar-.
-Merlín-, suspiró Sirius, mirando con tristeza a su hijo, al que apenas conocía. -Sabía que eras amigo del retoño de Lucius, pero no sabía que vivías con ellos-.
-Me salvaron, papá-, dijo Hadrian con seriedad. -También son mi familia-.
Remus sonrió y agarró la mano de Sirius como muestra de apoyo. -Quizá sea hora de dejar lo pasado en el pasado, Padfoot-.
Sirius suspiró -Vale. De acuerdo. Lucius, Severus- consiguió decir con sorprendente cortesía.
Supuso que había valido la pena al ver la brillante sonrisa de Hadrian.
Los adultos hablaron un rato, pero Hadrian se dejó llevar. Estaba legalmente alejado de sus parientes y por fin podía dejar de esconderse tanto de sus amigos. Aunque dado lo incómodo que parecía Sirius con Sev y Luc, pensó que tendría que ocultarle algunas cosas al menos por un tiempo.
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HARRY POTTER AND THE MAGIC OF BONDS
FanfictionLucius Malfoy descubre a Harry Potter en una mala situación y se lo lleva lejos de sus parientes a los 8 años. Poco sabe él que el niño de cabello desordenado y ojos brillantes se convertirá en algo mucho más de lo que cualquiera de ellos jamás imag...