A walk through my mind

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Aquella noche fue toda una aventura, recuerdo cada una de tus expresiones y cada vez que las recuerdo vivo de nuevo ese momento como sí no hubiese sido suficiente, no hubiese sufrido lo suficiente.

Fumé un cigarrillo para tranquilizarme, miré al cielo y me cuestioné ¿Por qué tuvo que ser de esa forma, por qué todo tuvo que terminar así? Y yo sigo aquí, contemplando la belleza de esta noche estrellada de la misma manera de la cual observaba el paisaje desde aquel mirador que en mi ignorancia e inocencia llegué a pensar que era solo nuestro, de ti y de mi. Fuí un tonto al creer que aún tenía una oportunidad, fuí un tonto al ver que mis sentimientos hacia ti no eran los mismos que sentías y recaían sobre mi.

Fué como un oasis en el desierto que mi mente proyectó mientras lentamente moría, cómo si jugará en un castillo en el cielo, a la par que las nubes se disipan yo bruscamente caía. Mientras caía las nubes proyectaban mis recuerdos, en mi mente reviví mis memorias, y como si fuera arte de magia regresé a la realidad. Tiré mi cigarro al suelo, lo apagué y me marché.

“A veces esos momentos en los que disociamos solo es nuestro escape de esta cruda realidad”.

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