Hay un mar de palabras en mi mente, un océano de sentimientos en mi pecho. Quiero gritar al mundo lo que siento, pero me quedo en silencio, sin hacer nada.
La razón no es cobardía o temor, sino el miedo a no ser comprendido. Prefiero callar y guardar mis secretos, antes que ser juzgado y malentendido. Así que aquí me quedo, en mi silencio, dejando que mis pensamientos fluyan, y aunque no diga nada en voz alta, sé que dentro de mí, todo está dicho.
Hay veces que las palabras sobran, cuando los sentimientos hablan por sí solos, un abrazo, una mirada, un gesto, pueden decir más que un millón de palabras. A veces es mejor quedarse en silencio, y dejar que el corazón hable por nosotros, porque aunque las palabras puedan mentir, los sentimientos siempre son verdaderos. Así que no temas al silencio, a veces es la mejor forma de expresión. Déjate llevar por tus emociones, y deja que hablen por ti en completa acción.
Hay veces que el corazón se llena de palabras de sentimientos que quieren salir a flote, pero la boca se queda muda, sin habla y el silencio es lo único que brota.
Queremos gritarle al mundo lo que sentimos, decirle a esa persona todo lo que la amamos, pero el temor nos paraliza y preferimos callar aunque nos duela en el alma. Es como si las palabras se quedaran atrapadas, enredadas en nuestra garganta y aunque intentamos liberarlas, nuestro miedo nos impide hablar.
No te preocupes. No estás solo en este sentir,porque todos alguna vez hemos guardado silencio, aunque quisimos decir. Así que cuando sientas que las palabras te abruman, y no sepas qué hacer con tanto sentimiento, recuerda que a veces el silencio es la mejor respuesta y que tus emociones siempre estarán contigo, en todo momento.
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Pensamientos de un adolescente
Poetry"En nosotros mismos está la respuesta a nuestros problemas".