Una luna para el CEO.

Capítulo VI. El autocontrol de una Alfa.

Arcel.

- "Estas muerto Isaak"- vi cómo tras mi gruñido, mi Beta se contraía, en señal de arrepentimiento. -" ¿Quién te crees tú que eres para despreciar a tu mate?"- le dije mentalmente hirviendo de ira.

Sabía que mi ira iba dirigida a Isaak, no sólo porque fuera tan estúpido como para rechazar a la pareja que la diosa luna le había entregado, cuando en estos días eso era más que un regalo, sino porque según me había contado mi lobo, la loba de mi luna, asumía que esa humana era su manada, por lo cual, la protegería inconscientemente de cualquier daño.

Eso es lo que había paso, cuando en medio de nuestro acalorado y pecaminoso beso, ella sintió el dolor de su manda, su instinto de licántropo la obligó a protegerlo, aun así, me sorprendió que su pequeño cuerpo pudiera desplazarme como lo hizo, con esa fuerza y rapidez, eso quería decir que su loba, que se encontraba señada en ella, era más especial de lo que yo suponía.

-" ¡No sabes cuanto!, Es lo que esperábamos."- me dijo mi lobo gimiendo, como un cachorro, queriendo acercarse de nuevo a su compañera, para protegerla.

-" Alfa, pero es una humana."- se quejó el estúpido de Isaak, mientras yo sentía que el lobo en el interior de mi beta estaba más que enfadado, su lobo ya la amaba, aunque no tuviera loba en su interior, ya había asumido, que esa era la persona con la que viviría el resto de su vida, pero su parte racional, su parte hombre, aun no la aceptaba.

-" Ni se te ocurra rechazar a la pareja que te ha concedido la diosa luna, ella sabe lo que hace, además es humana, el dolor si la rechazas, os matará a los dos, y los sabes. Y por último esa humana es la manada de mi luna, con lo cual ya pertenece a nuestra manada, y sabes lo que eso significa."- tan sólo con la última de mis frases, yo ya había señado el destino de mi beta.

Ninguno de mi manada podía hacer sufrir ni hacerle daño a mi luna, o morirán bajo mi mano. La conexiones de mates son complicadas, por varias razones, la principal es que cuando encuentras a tu pareja predestinada, dejas de ser un individuo para convertir en un dúo, en un todo, todo lo que tu pareja hace lo sientes como tuyo, todo como ella lo siente tú lo revives, es un vínculo irrompible, y de por vida, Si algunas de las partes quiere romper el vínculo, el dolor que soportaran ambos es agónico, y muchos tras hacerlo no sobreviven, imagínate si una humana que es mate de un lobo, es rechaza, el dolor la mataría, porque si es casi insoportable para un lobo, para una humana, es su sentencia de muerte.

Mi beta, bajó la cabeza, sentí su temor ante lo que pudiera pasarle a la humana, al parecer el estúpido de Isaak no era tan indiferente a la pelirroja como quería hacerme ver.

-" Ahora por tu estupidez dudo que nos acompañen de manera voluntaria, así que envía un mensaje a los hombres para que tengan preparado los dos coches y hablare con Mémé. Vamos a necesitarla, algo le ocurre a la loba de mi luna, y debo averiguarlo."- le dije a Isaak.

Mientras mentalmente avisaba a mi tía abuela, normalmente esto no ocurría, una hechicera no podía hablar, mediante una conexión mental, con un lobo que perteneciera a una manada, en especial con un Alfa, ya que este último podía ser hechizado, y con él, toda la manada, poniéndolos a todos en peligro. Pero yo llevaba en mi sangre, parte del poder de las Mesdames de Lefebvre, con lo cual me podía comunicar mentalmente con la hechicera suprema, ósea mi tía abuela.

-" Vaya la has encontrado, ya te dije que estaba cerca."- me dijo Mémé, sí que yo apenas hubiera hablado.

-"Mémé tienes una mala costumbre de leer la mete a la gente, te necesito."- no había que decir más.

-" Traíla a mí, descubriré que le pasa, y Élu, no es mala costumbre sólo puedo leer la mente a los de mi sangre."- me dijo, haciendo que, de esta manera, todo quedara decido.