Una luna para el CEO.

Capítulo XIX. La ira de una diosa (Parte II).

Faith.

-"Vaya veo que tienes un nuevo ligue al menos espero que esta te dure más de lo que yo duré contigo, alma libre."- estas explicaciones me imaginé que para Isaak sobraban, pero para mí, era piedras para usar en la guerra, que por alguna razón sabía que estallaría si la rubia no callaba en ese momento.

- " Viviana, creo que te equivocas, ella es mi prometida, así que te aconsejo que te limites aguardarte tus opiniones para ti."- dijo el Beta, mirando muy serio a la rubia de plástico.

-"¿Prometida? ¿y eso desde cuándo, Martin?"- si pensaba el estúpido que lo iba a cubrir que espera sentado, la más interesada en saber la clase de persona que ese tal "Martin" era yo. Y dado que a la rubia le gustaba largar por esa boquita rellena de box, no iba ser yo la que se lo impidiera.

La mirada que cierto mentiroso, tramposo, y atractivo Beta, me dirigió para que colaborara, era muy significativa, entre enfado, disculpa, y un poco de indignación. No pude evitar sentir por un segundo pena por como lo estaba pasando el beta de la manada, hasta que observé un hecho que no había contemplado, la tal Viviana era humana, una asquerosa humana, justamente de lo que se me había tachado a mí, cuando nos conocimos, y el descubrió, antes que yo, que era su mate.

-"Al parecer señor Martin, para follarse a las humanas no tiene problemas, aunque sea lo menos ecológico que pude hacer un lobo, tocar toda esa cantidad de plástico debe ser igual que nadar entre kilos de basura plastificada. "- dije en un murmullo, entre dientes, mientras le sonreía a la rubia y a su acompañante que nos miraba serio a los tres. Sabía que me había oído, no dudaba del oído fino de ese maldito licántropo, así que me pareció hasta gracioso que su mirada azul tentación, se oscureciera de preocupación.

-"Perdón, deberíamos presentarnos primero, soy Gordon Memphis, abogado de la firma Memphis y asociados. Ella es mi reciente esposa Vivian Memphis, y creo que la conversación que se está desarrollando en estos momentos, está fuera de lugar, me disculpo por mi esposa, creo que aun no se ha acostumbrado a los buenos modales de la clase culta."- esta frase hizo que Vivian mirara su marido, por fin se había dado cuenta que estaba ahí ,se la veía sorprendida, preocupada, y algo arrepentida, había metido la pata hasta el fondo, y su marido estaba más que enfadado.

Me sentí mal por él acaba de descubrir que su esposa, era aparte de desubicada, totalmente estúpida.

-"Perdone señor Memphis, soy Faith Valentine, perdone por que haya asistido a este juego con mi prometido, pero como verá me sentí un poco ofendida cuando fui tratada como una amante, se que mi futuro marido ha tenido su vida, pero nunca me había tropezado con su pasado, como él no se ha tropezado con él mío, si lo hubiera hecho lo mismo habría reaccionado igual."- esto último lo dije para poner nervioso a cierto pretencioso lobo.

Sabía que Isaak, tenía claro que yo no era virgen, que por lo menos había tenido otro antes que él, así que jugué con al suposiciones de que fue más de uno, para devolver golpes mentales en esta batalla que estaba por empezar.

-"No hay problema señorita Valentine, si me disculpa, mi esposa y yo, nos retiramos, como comprenderá de repente se me han quitado las ganas de cenar en este bonito lugar, un saludo."- dijo el señor Memphis, agarrando a su esposa del brazo, y saliendo con ella del local, mientras esta lo miraba con ojos arrepentidos.

-"Beta, diosa, pueden seguirme..."- comenzó a decirme una preciosa morena de ojos verdes, que imaginé, que era la hija del gigante, pero yo la interrumpí.

-"¿Hay algún sitio privado junto al lago donde podamos ir el beta y yo, sin estar al vista de nadie?"- le dije seria, a la guapa loba.

Noté que Isaak se me acercaba e intentaba tocarme, como para calmarme, sabía que estaba furiosa.