Capítulo XXVIII. La visión de Alfa.

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Narrador.

Mientras las diosa y la Guerrera, se enfrentaban contra la loba de Hedwinag, Acanta, y contra la hechicera Lianet, en las oficinas de W.W.L. Ecologists, se montaba una revuelo, el Alfa y el Beta exigían a sus hombres que las buscarán, ya que ellos no podían dar con ellas, ni siquiera las sentían, y eso los incomodaba, y los ponía nerviosos.

-"Están en el bosque entrenando con Lianet y la loba de Hedwinag"- le dijo Aisha entrando en el despacho de Alfa, mientras este y el beta organizaban sus fuerzas para buscar a sus parejas.

-"¿Como han...? ¡Si no han podido salir ...!"- comenzó a preguntar Isaak.

-"Elizabeth."- sentencio el Alfa interrumpiendo a su beta.

-"Exacto la guerrera esta agudizando el uso de sus poderes, y por lo visto ha aprendido a usarlo para teletransportar a otras personas, en este caso a la diosa."- aclaró Aisha.

-"¡Vamos a buscarlas!"- sentenció el Alfa.

-"Yo no haría eso, si no queréis meter más la pata de los que lo habéis metido ya."- les dijo la jefa de las hechiceras.

-"¿Por qué lo dices Mémé?"- a Arcel, que no le gustaba que lo contradijeran, aunque en el caso de su tía abuela, era otra cosa.

-" Ambos, estáis relacionando mediante vuestros instintos, sin daros cuenta de que la diosa y la guerrera no son simplemente sus parejas, son los seres perfectos, que la diosa Luna os ha dado para combatir, lo que llevamos años, deseando, antes que el equilibrio del poder mágico cambie en este planeta y nos arrase a todos. Y como tal debéis tratarlas. Ellas se sometieron a la unión de mate, voluntariamente, y aún no han descubierto que si lo desean, pueden no responder a esa orden, que tanto tu Alfa, como tu Beta, les habéis dado, el día que lo descubran estaréis en problemas, así que no debéis abusar de eso, o más tarde o más pronto vuestras mates se revelaran, además debéis tener en cuenta que todo esto es nuevo para ellas, no nacieron bajo los mandatos de la manada, lo han ido aprendiendo a marcha forzadas en tan sólo una semana, es normal que cometan errores."-

Mientras Aisha les leía un poco la cartilla tanto al Alfa como al Beta, no muy lejos de allí, en un claro del bosque de Laurier Wood, tanto la Luna, como la mate del Beta, luchaban con energía contra una de las loba más descaradas de la manada y la más jóvenes de las hechiceras.

Los golpes se daban de uno y otro lado, la poca experiencia de la dos primeras con sus poderes, así como en el caso de la Luna, el poco tiempo que llevaba siendo una loba, eran las ventajas de las dos últimas, que tenía mucha más experiencia que ellas, pero al mismo tiempo, el poder, la fuerza y la agilidad, estaban de lado de la Diosa y la Guerrera.

La Diosa, utilizaba el poder que tenía sobre la tierra y los demás seres vivos, para inmovilizar a la hechicera, la cual se defendía con varios poderes, que la propia diosa desconocía que tenía.

Al parecer, Lianet, no sólo controlaba los pensamientos de los otros, también tenía el poder del agua, que controlaba a su gusto usándolo como ramas arrojadizas contra la diosa, además de ser muy rápida. Pronto la diosa comprendió que usar las tormentas contra la hechicera sólo le proporcionaba armas para luchar contra ella, así que Faith comenzó a usar los poderes contrarios, la de la tierra, y el fuego, como las descargas eléctricas de los rayos, para la que Lianet era mucho más débil.

Por otro lado, Isis, era mucho mas rápida, fuerte y habilidosa que Acanta, pero esta última conocía mejor su cuerpo que la propia loba blanca. Así que sabía como moverse para esquivarla, claro que la guerrera tenía otras armas que la Omega no conocía. Pronto comenzó a utilizarlas, leía el pensamiento de la loba, para anticipar sus movimientos, y cuando esta última se encondía, usando su conocimiento del terrenos, la loba blanca, la rastreaba por su olor, y al detectarla, usaba el teletransporte para aparecer a sus espalda, y así emboscarla.

Una luna para el CEO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora