Capítulo X. Los lobos y su mana (parte II).

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Elizabet.

- "¿Qué haces, Eli?"- sabía que Faith me estaba preguntando mentalmente porque reaccionaba así, pero ni yo lo sabía que me pasaba.

Desde que vi el enorme lobo en que se había convertido Arcel, algo dentro de mí se había apoderado de mi cuerpo, era como si no deseara que nadie se acercara a él, era mío, solo mío. Una parte de mí, en mi interior, quería que nadie lo tocara, y esa parte estaba conectada con el lobo de Arcel, aunque por mucho que quería retenerla no podía.

- "No lo sé algo dentro de mí, ha tomado el control, no quiere que nadie lo toque, que se acerquen a Arcel, necesito que preguntes como controlarlo"- le dije a Faith ya que era con la única me podía comunicar, ese ser que me habitaba, que suponía que era la famosa guerrera blanca, de la que ellos hablaban, no se comunicaba conmigo directamente, sino mediante sensaciones, yo sentía lo que ella sentía, y no sabía cómo llegar a ella.

Tampoco era que estuviera muy versada en este mundo, acaba de descubrir que, según estas personas, que, de paso, había visto por primera vez en mi vida hoy, era una mujer loba, o licántropa, o lo que sea como se llame a esas personas que se transformen en lobos, es gracioso hasta hace unas hora mi única preocupación era saber cómo hacer dinero, para cumplir mis sueños, y resulta que la vida me tenía preparada más sorpresas, mejor no se podía poner la cosa.

- "¿Cómo podemos ayudar? Eli me está diciendo que necesita controlar, a supongo, la loba que llevas dentro."- oí como preguntaba Fénix.

-" Para ella es más sencillo, que para el Alfa y el Beta, su loba esta sellada no es tan fuerte por ahora, ósea que su parte racional aún se conserva, sólo tiene que relajarse, que hablé con su loba para que se calme, que la reconozca como parte de ella y la acepte, una vez que lo haga, y vuelva a la normalidad, ambas deben hablar con vuestros mates, para que los convenzáis de que dejen salir a su parte humana."- le contesto la hermosa mujer de pelo negro, y ojos sabios, la misma que nos había recibido.

- "Ósea ¿qué tengo que hablar con mi loba?, como si eso fuera fácil, si ni sabía que existía"- pensé, pero comencé a concentrarme en latido de mi corazón, a escuchar a mi cuerpo, mientras intentaba en mi mente, regular mi respiración.

Visualicé la imagen de bosques verdes, grandes explanadas de hierba, cubierta de flores, un río fluyendo y el olor de la brisa, del el brezo, del pinar, y sobre todo de la tierra mojada. Eso siempre me había calmado desde que era pequeña, cuando me ponía nerviosa, desde que una vez fuimos a esa excursión a los grandes lagos, desde que estuve en esos bosques me sentí como que me encontraba en mi hogar, sólo quería recorrer esos bosques, correr por ellos, olerlo todo hasta que me agotara todas mis energías, para luego dormir sobre la hierba y la tierra bajo sus árboles. Ahora entendía a que eran debida esas ansias tan extrañas que tenía.

Pronto sentí que no estaba sola en mi interior, mientras yo estaba tranquila relajada, otra parte de mi estaba furiosa, alterada, y totalmente descontrolada.

- "Creo que tú y yo deberíamos hablar, amiga."- sentí que al oir mi voz la loba que me habitaba, se detuvo unos segundos, aunque aún la sentía que estaba furiosa, debía aprovechar ese momento, o ella no se calmaría, mucho tiempo. -"Debes calmarte para que te acerques a mí, y podamos controlar a Arcel, no es bueno que esté así, esta descontrolado. Nadie no los va a quitar, es nuestro, y los sabes."- le dije.

- "Lo sé, pero es el mana, nos controla, y al no poder transformarme el mana me obligó a apoderarme de tu cuerpo."- oí una voz hermosa, en mis mente, mi loba tenía una voz, de esa que te hacen suspirar.

- "¿Tienes nombre?"- no sabía que preguntar, no sabía nada de este mundo, y pregunté lo primero que se me ocurrió, pero era más bien para seguir escuchándola, y de paso, desviar su atención. La oí reír.

Una luna para el CEO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora