One Shots | Harry Potter - Male Characters | Male Reader

6. Severus Snape

No Volvera

Minerva McGonagall no sabía que hacer, más bien como hacerlo. Ella no quería dar una noticia como esta.

Pero aquí estaba, con Harry Potter mostrándole los recuerdos de Severus Snape.

- Debemos... Debo darle la noticia. - Dijo con un nudo en la garganta. Harry no sabía a quien se podía referir, por eso su cara de confusión, por lo que Minerva continuo. - A su familia, Harry. - No pudo decir más porque sabía que no aguantaría el llanto.

- A su... ¿Familia? - Minerva solo asintió.

Primero fueron por el cuerpo, se aseguraron de llevarlo al castillo y que Madame Pomfrey lo revisara. Cuando le explicaron lo que paso y la muerte de Snape, no pudo evitar el dolor de ver al que un día fue un niño que muchas veces estuvo en su enfermería para ser curado de sus heridas, ahora hecho un hombre sin vida.

Sin más Minerva se dirigió a las afueras del colegio con Harry, Hermione y Ron siguiéndole, ella quiso que Harry la acompañará, pero en el camino se encontraron con el pelirrojo y la castaña, así que los dejo venir.

Se aparecieron en un lindo pueblo de aspecto rústico, en Londres. Las casas estaban separadas entre sí, dándole su espacio y privacidad a sus habitantes, por lo que llegar de una a otra, tomaba un poco de tiempo. Pero Minerva se dirigió a una que estaba hasta el final, un poco más apartada de todas. Claro que si tenia que ver con Severus, iba a ser así.

Después de algunos minutos de caminata, llegaron a una linda casa. Un hogar. Se veía bastante acogedor, se veía como el hogar que todos quisieran algún día tener.

Los habitantes de este hogar escucharon cinco golpes, suaves pero firmes. Un hombre castaño, ojos azules, no mayor que Severus, abrió la puerta.

Minerva al verlo, no pudo evitar recordar cuando Severus y ______ estaban en Hogwarts, y un dolor la volvió a invadir.

- No volverá... ¿Verdad? - Pregunto en voz baja el castaño, después de ver a las cuatro personas que habían llegado.

- Lo siento ______, pero no... No lo hará. - Contesto la profesora, sintiendo como un nudo en su garganta regresaba.

______ no sabía que hacer, solo se dio media vuelta y camino hacia el sofá. Se sentó pasándose las manos por el cabello, sin saber que hacer, pero sintiendo un dolor en el pecho, un nudo en la garganta que dolía como el infierno y lagrimas en los ojos luchando por salir.

Minerva al ver como ______ se sentaba, decidió entrar con el trío de oro detrás de ella. La profesora se sentó a lado del reciente viudo y lo abrazo, sin saber de que otra manera reconfortar al chico. Mientras el trío de oro se sentó igualmente, sin poder evitar darse una mirada entre si, dando a entender que no esperaban algo como eso, viendo con sus propios ojos el hogar que alguna vez fue de su odiado profesor. Curiosos comenzaron a ver su alrededor, desde sus asientos, encontrando un lugar cálido y comodo, con muchas fotos del hombre castaño con su profesor de pociones y otros dos niños. Niños. El profesor Snape tenía hijos. Dos.

Escucharon un llanto, al que pronto se le unió otro, cuando los chicos voltearon a ver, se encontraron con un castaño deshecho en lagrimas y a su profesora acompañándolo en su dolor.

Pronto se escucho algo más. Pequeñas pisadas aproximándose a la sala. Eran dos niños de cabellos oscuros como la noche, el que parecía mayor tenía ojos igual de oscuros, mientras que el menor tenía ojos azules, ambos con piel blanca como la nieve, ambos pareciendo pequeños muñecos de porcelana.

El mayor de ellos que no parecía tener más de ocho años, dirigió su mirada a su padre, como una señora que ellos conocían, lo consolaba, mientras otros tres chicos desconocidos solo observaban.

- ¿Gano?...¿Papi gano? - Pregunto el mayor, viendo al de lentes, obvio que sabia quien era el de lentes.

-Sí... Gano. - Contesto Harry, viendo al pequeño a los ojos que le recordaban al hombre que le ayudo a ganar.

La profesora y el trío de oro, solo vieron como el mayor de los hijos, tomaba la mano de su hermano menor de no más de cuatro años, y caminaron hasta sentarse a un lado de su castaño padre quien los abrazo, sin poder detener el llanto, no podía detener el dolor.

- ¿Que gano papi, Arnie? - Pregunto el más pequeño de la familia, aun sin entender.

- Una guerra. - Contesto el mayor de los hijos.

- ¿Entonces es un héroe? -

- Sí, lo es. - Respondió su padre.

- Como el de las historias que nos contaba. Es genial ¿No? - Dijo Arnie.

- ¡Sí! - Contesto emocionado el más pequeño con un lindo brillo en sus ojos azules y una gran sonrisa. - ¿Volverá? ¿Papi volverá? - Pregunto de nuevo.

- No, cielo... Papi no podrá regresar a casa. - Respondió su padre.

- Los héroes deben descansar Charlie. - Dijo Arnie.

Minerva y Hermione no pudieron evitar el llanto, Ron sentía un gran nudo en su garganta y una presión en el pecho, y Harry no estaba mucho mejor, luchaba por contener sus lágrimas, por controlar ese doloroso nudo en su garganta y no dejar salir el llanto.

No podían evitar sentirse así. Snape murió, estaban viendo como su esposo lloraba su perdida, como dos niños, sus hijos, lloraban, Arnie porque su padre murió y no volvería, y Charlie porque no entendía el porque su padre no regresará.