El silencio perduró en la sala con la sonrisa de Carmina sosteniendo el cabello negro de la chica con violencia y a las dos hermanas viéndose fijamente. Me moví un paso a la derecha, preguntándome por qué Carmina nos enseñaría esto, ¿O era una advertencia de lo que le sucedía a los traidores?
- Alessa Palladino nos vendió. Tu hermana que se supone era una espía para nosotros se encandiló con uno de los cachorros de Elisabetta y nos traicionó.- Carmina dijo, jalando a la chica con más fuerza.- Entonces, ¿Qué deberíamos de hacerle?
- ¿Te acostaste con uno de ellos, Alessa? - Chiara se acercó a ella y le preguntó. La chica no hizo ningún intento por responder y Chiara le cruzó el rostro con una bofetada. Entonces retrocedió y miró directamente a Carmina.- Mi familia no tiene nada que ver con esta zorra. Sácale la información y mátala si quieres.
- Era lo que planeaba hacer.- Carmina soltó a la chica y fue hacía la mesa donde estaba una glock 19 y la empuñó para acercarse de nuevo a Alessa Palladino. Puso el cañón en su cabeza después de quitar el seguro y cargar la recámara.- Dinos bonita, ¿Con cuál de los tres cachorros mayores te aliaste? - Alessa endureció la mirada y miró a Carmina directamente a los ojos, negándose a responder.- ¿Eres muda? - Bajó el ángulo, apuntó a su muslo y disparó. El sonido de la ojiva siendo expulsada del cartucho resonó como eco en el pequeño cuarto solo un instante después del grito de dolor de Alessa. Ella tembló y maldijo con las lágrimas inundando su rostro mientras la sangre se filtraba hacía el suelo, siguiendo un camino nuevo marcado en rojo hasta el desagüe mientras Carmina se burlaba.- No, no eres muda después de todo.
- Vete al carajo, Lombardi.- Le gruñó Alessa después de recuperarse en parte al dolor.
- No me digas que lo hiciste por amor.- Carmina se burló de ella, pero Alessa no respondió y la sonrisa de la castaña se borró. Se inclinó y metió el dedo en su herida, presionando hasta que Alessia gritó por la sensación insoportable del dolor.- Por dinero y por poder tendría sentido morir, ¿Pero amor? No me jodas.- Alessa apretó los dientes, escuchándola en medio de respiraciones erráticas, su piel se estaba poniendo pálida por la pérdida de sangre.
- Cada quién elige su muerte.- Chiara dijo tomando una cadena y acercándose a su hermana.- ¿Dónde será el próximo ataque? Estoy segura de que lo sabes, hermana.- Sin embargo, Alessa se aferró al silencio. Chiara enredó la cadena en su cuello y la asfixió con fuerza provocando que ella se pusiera morada, tratando de respirar pero siendo inútil hasta que Chiara la soltó.- Solo tenías que hacer una cosa, Alessa, para probar que no eras una basura, pero ni siquiera informar sabes hacer. - Su hermana tosía, pero Chiara no se detuvo para darle un puñetazo en la cabeza.- Maldita bastarda.
- ¿Sabes como Roma paga a los traidores? - Carmina apuntó al rostro sangrante de Alessa.
- Con muerte.- Chiara sonrió como loca.
- Exacto.- La castaña correspondió antes de disparar. Perdí el aliento al ver el cuerpo de Chiara caer al suelo con un agujero de bala en la frente. Carmina se acercó a ella y puso su tacón en el rostro de Chiara.- Lo mismo ocurre si te acuestas con el marido de quién no debes, puta.- Dijo antes de retroceder, poner el seguro al arma y aventarla a la mesa. Miró a Alessa quién también parecía estar en shock.- Te daré tiempo para que pienses en tus acciones, Palladino.- Nos miró.- Ahora, ¿Quién quiere un postre?
***
Permanecí pensativa pasando el agua por el pequeño cuerpo de Conrad, bañándolo con agua moderadamente caliente y pasando el jabón para bebé en una esponja suave para tallarlo. El agua comenzaba a verse sucia y me presioné un poco para terminar antes de que disminuyera demás su temperatura y pasé a secarlo con una toalla de patitos azules y amarillos.
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Misión: Dejar de amarlo. Contratiempos: Él. (II libro)
Lãng mạnAdele pasó la mitad de su vida amando a un hombre sin ser correspondida, esperando pacientemente hasta que él aceptara la tensión que prácticamente se podía respirar entre ellos, pero incluso después de casi dar la vida por él nunca recibió nada más...