Emil Carswell
Esperé pacientemente a que las cosas se arreglaran entre Edward y Adele mientras pensaba en lo que tenía que hacer.
Había conseguido llegar a la verdad justo después de esa reunión con ella.
Normalmente tenía un instinto nato para descubrir secretos, por más profundos que estos fueran y algo que me había llamado mucho la atención de Jasha Volkov era que a simple vista no tenía nada que se le pudiera reprochar y esos solían ser los peores, pero le di el beneficio de la duda al ver a Adele darle una oportunidad.
Solo después de preguntarle y decirle unas cosas aquí y allá me pude dar cuenta de que había algo extraño en ella, entonces me sumergí de lleno pero no precisamente en el pasado del Ruso que seguro estaría preparado para ello.
Era irritantemente inteligente, analizando y esperando el momento adecuado en el que Adele se encontrara por completo a su merced para usarla.
Odiaba a los hombres como él, depredadores sin ningún tipo de consideración con su presa. Egoístas hasta la medula y podridos por completo, pero inteligente. Lo suficiente para haber logrado su objetivo justo frente a nuestras narices.
Adele era parte de mi familia.
Estaba furiosa por no haberla podido proteger de los hombres como Jasha Volkov y fue por eso mismo que en un principio le sugerí buscarme si quería dejar a Edward, porque independientemente de su relación, ella me gustaba.
Yo misma había visto lo suficiente del lado oscuro de los hombres de poder y no había querido ver a ninguna de las niñas en situaciones similares a mi pasado, pero en realidad ya no había nada que hacer.
Había fallado.
Sostuve el pequeño cuerpo de Mikahil Volkov entre mis brazos, percibiendo su desinterés porque otra mujer lo sostuviera. Después de todo yo no era su madre y ella misma no se acordaba de él.
Adele había estado en un constante estrés y angustia que su cerebro terminó eliminando todo para levantar barreras que la protegieran del infierno que había vivido. Al menos era lo que me había dicho el terapeuta corrupto que la había estado volviendo susceptible a las manipulaciones de Volkov para que dejara de resistirse a él. Por supuesto que lo asesiné después de interrogarlo y me dediqué a buscar uno nuevo que introduje de forma natural a la vida de Adele para que pueda prepararla para una realidad de la que no podría escapar para siempre.
Si fuera ella, por más doloroso que fuera, aún quisiera ser la madre de mis hijos y sabiendo su naturaleza, ella preferiría lo mismo. También era una opción callarme y enterrar el asunto, pero la verdad siempre sale a la luz y este par de madre e hijo no merecían lo que les había tocado.
- Estarás con tu madre, solo sé paciente.- Le dije como un consuelo vacío y él me observó con los ojos fijos del mismo tono que su madre.
Lo dejé de regreso en su cuna y lancé una rápida mirada a la drogada niñera que había inutilizado para conocer a Mikhail.
Me detuve.
De pronto había iluminación y el sonido de un arma cargarse, seguro en mi dirección. Me giré hacía la puerta para ver a Jasha Volkov.
- La viuda de la mafia, ¿Qué trae a mi humilde morada la presencia de una Leone? - Cuestionó con burla.
- Una invitación.- Dejé una tarjeta en la mesita. Era negra, normalmente llevaría León dorado en el centro y el nombre de Jasha Volkov, pero esta vez modifiqué la insignia y puse el escudo Carswell.
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Misión: Dejar de amarlo. Contratiempos: Él. (II libro)
RomanceAdele pasó la mitad de su vida amando a un hombre sin ser correspondida, esperando pacientemente hasta que él aceptara la tensión que prácticamente se podía respirar entre ellos, pero incluso después de casi dar la vida por él nunca recibió nada más...