Especial: Por que no podía perderla.

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Edward Carswell

El cigarro no era precisamente un olor que me agradara, el alquitrán era sumamente irritante y la mayoría del tiempo demasiado penetrante, pero Assim fumaba y si estaba pidiendo su ayuda después de rendirme a mi propia estrechez de miras con la usb indescifrable, solo podía solicitar su presencia y asistir con suma paciencia.

Lo que no esperaba era que al salir al balcón, pasando mis zapatos a través del pulido suelo de color blanco que terminaban el barandales de cristal. Había un rastro de un suave viento moviendo las hojas artificiales que arrastraba un suave olor a petricor, indicio de una llovizna a unos tres kilómetros aproximadamente. Eso era fácilmente asimilable por la vista del cielo cerrado desde la dirección en que venía el viento.

Otros olores invadieron mis fosas nasales como tinta de bolígrafo, alcohol de los vasos de whisky en las rocas que se encontraban cerca, dos tipos de perfume varoniles que conocía demasiado bien para mi gusto junto algo de sudor y almizcle proviniendo de uno en particular y el otro individuo a pesar del olor neutral del jabón y shampoo que usaba, permanecía sobre él un rastro de los artículos que usaba su esposa junto con su olor corporal.

- ¿No te separas de ella? ¿No es así? - Me burlé primero de Klaus Ostergaard, introduciéndome a mi mismo en uno de los sofás de color negro y aspecto moderno, sentándome con libertad. Él rubio levantó una ceja con burla evidente en sus facciones hacía mis palabras.

- Di que me tomé la molestia de evitar ciertas actividades antes de venir, como consideración mínima a tu nariz.- Respondió.

Hice una mueca a sus palabras, recordando un momento incómodo en particular con el olor de mi hermana post sexo con él. En ese momento no había sido consciente de que era ella o más bien me había negado a mi mismo por querer evitar la realidad.

- De todos modos, ¿Quién te invitó? - Cuestioné antes de escuchar una risa, me giré para ver a Assim Ahmad recargado en el barandal de cristal con una mano en su bebida alcohólica y en la otra un cigarrillo.

- Ustedes dos no paran de discutir.- Se burló dando una calada y soltando el humo con lentitud.- La verdad es que tengo una cita con una encantadora modelo en media hora, así que apresuremos esto.

- Pensé que no te apremiaría.- Sonreí de lado.- Hueles a sexo.

- ¿Y? - Assim ladeó su cabeza.- ¿Cómo no desear volver a los acogedores muslos de una mujer?

- Que vulgar.- Klaus lo miró con evidente burla. Ambos sabíamos su verdad detrás de ese comportamiento, pero nunca tocábamos el tema. No era nuestro problema y no nos interesaba.- Cómo un puberto lujurioso.

- Es joven.- Seguí provocando a Assim.- Podría ser que no te sientes satisfecho con una mujer, ¿Has intentado con los hombres?

- ¿Es esa una propuesta, Carswell? - Assim me guiñó un ojo.- Si necesitas de mis servicios, no podría negarme. Solo tienes que pedirlo apropiadamente.- Klaus se dedicó a terminar de vaciar el licor.

- Ya, no te hagas el hombre. Mejor ponte en cuatro. Te va a gustar.- Miré al rubio.- ¿Verdad, Klaus?- El rey de Dimark se atragantó y terminó tosiendo sin prever la situación en su contra, ocasionando una carcajada de Assim.

- Ahogarse va después de recibir el producto, su majestad.- Dijo Assim hacía él.- ¿O eso fue por la emoción? - Klaus nos barrió con ironía, pero no respondió. No solía hacerlo a menos que estuviera de un determinado humor. En cambio, sacó de su saco una serie de fotos.

- Querías investigar a tu cliente, ¿No? - Él pasó a un tema más serio.- El ministro de seguridad Gusiep Trenta tiene un historial limpio y parecería ser perfecto en todos los sentidos.- Klaus se burló.- No me extraña que no pudieras dar con la verdad en tus investigaciones previas. No hay nada probable a simple vista, pero lo seguí por un tiempo y parece que tiene un gusto particular por las mujeres jóvenes.- Extendió las fotos, para mostrarlo con la mano en la cintura baja de ellas, incluso en su trasero o sus pechos en lugares no concurridos, pero pude notar de inmediato a lo que se refería Klaus, aunque se tomó la molestia de igual aclararlo cuando apareció Assim para asomarse a la información.- Muy jóvenes, niñas, menores de edad que son usadas después de que el las obtenga para la venta de servicios sexuales.

Misión: Dejar de amarlo. Contratiempos: Él. (II libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora