Capítulo 17

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  Nada sale como estaba previsto. De eso se había dado cuenta Jungkook en esta semana. Se hicieron la prueba de paternidad y efectivamente, era hijo suyo. También se hicieron las pruebas y estaban completamente limpios, por lo que estaban aliviados. ¿Qué es lo que nada sale como lo tenía previsto si parece que todo iba bien? Pues que no había podido casi acercarse a Jimin. El niño se había encariñado mucho con él y pasaban la mayor parte del día juntos. Durante toda la semana durmieron los tres juntos, pues el menor no dejaba de tener pesadillas. Habían decidido dejarlo estar un tiempo para que el menor se acostumbrara al nuevo ambiente y a estar con ellos, pero si eso no cambiaba tendrían que pedir ayuda profesional porque no tenían ni idea de como ayudarle con eso.

No habían podido ni ducharse juntos ni una sola vez porque el pequeño dejaba agotado a su pareja. Se la pasaban jugando todo el día y viendo películas mientras que él se dedicaba a escribir. Tenía mucho, mucho tiempo para eso, por lo que hizo bastante repertorio para trabajar. Él pensaba que tendría bastantes canciones como para hacer dos discos. Disfrutar de una ducha solo no era lo mismo y masturbarse ya no le saciaba. Necesitaba a Jimin. Necesitaba tocarlo. Acariciar cada parte de su piel desnuda hasta hacerlo jadear. Necesitaba besar sus gruesos labios hasta la saciedad. Hundir su rostro en su entrada para sacarle esos gemidos que tanto le gustan. Pero no tenían tiempo para eso.

No lo pensó dos veces cuando su madre le pidió permiso para llevarse a su nieto el domingo. Quería pasar tiempo con el niño y consentirlo como la abuela que era. Permiso que le dio encantado. Habló con su hermano y le rogó que no apareciera por casa ese día. Le rogó solo por que el castaño, al ver su desesperación, quiso molestarlo un poco, ya que de hecho, tenía planes con Félix. Llamó a Nana el sábado para decirle que podía quedarse con su nieto, que él se encargaba de todo y ella le agradeció sin saber porqué parecía tan desesperado. Todo esto a espaldas de Jimin.

El pelirrosa estaban tan cansado que levantarse por las mañanas era bastante complicado. Jungkook se encargó de alistar al menor y darle las indicaciones a su madre para que lo cuidara. Le pidió a su hijo que se portara bien, y éste con una sonrisa le asintió. Había que admitir que ese niño era una ricura. No se arrepentía de tenerlo allí, solo necesitaba un tiempo a solas con su pareja. Sabía que cuando el niño se adaptase y durmiera en su habitación, todo iría mejor.

El pelinegro fue a la cocina y preparó un rico desayuno. Nada que se pudiera enfriar, pues primero quería recibir su postre. Entró a la habitación y Jimin aún dormía. Dejó el desayuno en la mesita de noche y se tumbó junto a su novio. Sonrió al ver la paz que desprendía. Desde que Jungmin llegó a casa, se había dado cuenta de que las facciones de Jimin se habían endurecido un poco. Como si hubiera madurado de golpe y se hubiera convertido en el padre de ese niño. Aun no lo era, no legalmente hablando. Se había vuelto mucho más hermoso ante sus ojos. No sabía si era porque realmente había cambiado, o por el amor que tenía por él.

Le quitó los pantalones junto con la ropa interior muy despacio para que no se despertase. Casi le da un infarto al ver que se movió, pero sonrió al ver que se puso boca abajo. Relamió sus labios de manera instintiva al ver el lindo trasero de su pequeño. Fue besando cada nalga con paciencia y masajeándola a su antojo, sacando algún gemido de Jimin aún dormido. Hacía un recorrido con su lengua, que provocaba que Jimin meneara su trasero en busca de más placer, aún sin haberse despertado. No se lo pensó dos veces cuando abrió sus mejillas y pasó la lengua por el orificio del menor, el cual se despertó de golpe gimiendo. No tuvo la oportunidad de quejarse, ya que la lengua de Jungkook le estaba follando el trasero de una manera deliciosa.

Arqueó su espalda para levantar su trasero y darle facilidad a su pareja, que jadeó ante eso. Fue introduciendo sus dedos junto con su lengua. Jimin no entendía nada, ya que aún estaba medio dormido. Solo sabía que estaba disfrutando como no lo había hecho en un tiempo. Por un momento se le olvidó eso de gemir bajito por lo que los gritos estaban presentes. Cuando se dio cuenta de que estaban en casa, se llevó la almohada a la boca para morderla y ahogar sus gemidos ahí. Jungkook sin dejar de follarlo con sus dedos, se acercó a su oído y con la voz más ronca que había tenido le dijo: "Puedes gritar todo lo que quieras. Estamos completamente solos, bebé."

Estaba escrito... ººKOOKMINººDonde viven las historias. Descúbrelo ahora