Capítulo 18

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  Taehyung llegó con Félix y se encontraron a los chicos dormidos en el sofá. Se notaba que habían descargado todas sus energías, ya que tenían una cara de satisfacción que hacía tiempo que no veía. No pudo evitar sonreír al verlos. Le dijo al rubio que lo esperase en su habitación mientras que el llevaría unos zumos y algo de picar. Félix estaba nervioso, ya que estar a solas con el castaño cada vez le costaba más. Taehyung no dejaba de comportarse extremadamente bien con él y cada vez le costaba más no sonrojarse. Cuando llegó a la habitación se tiró a la cama e inhaló fuerte. La cama olía a él, y solo con eso se sonrojó.


–¿Qué haces?


Taehyung le sonreía desde la puerta. Le parecía adorable su nuevo comportamiento. Había notado desde hace unos días que ya no quería tanto su acercamiento, pero eso solo le hacía querer acercarse más. Sus pecas cuando se sonrojaba le hacía querer morderlas. Si, se había dado cuenta de que le gustaba el rubio, pero no pudo evitarlo. El menor se había metido en su corazón sin pedir permiso. Pero no es algo que le importara.


–¡Nada! –Se levantó de la cama completamente ruborizado–

–No es eso lo que me parecía. ¿Estás cansado? ¿No has dormido bien anoche?

–Estoy bien... 

–¿Seguro? No tienes muy buena cara... ¿No será que te estás enfermando?

–No...

–Estás muy rojo. ¿Seguro que no tienes fiebre? –Se acercó para tocarle la frente pero el rubio retrocedió– ¿Qué es lo que te ocurre?

–Ya te he dicho que estoy bien...

–¿Estás molesto conmigo por algo?

–¿Porqué piensas eso?

–No lo sé... Hace días que me huyes.

–Eso no es verdad...

–Acabas de hacerlo.

–No... Yo... –El castaño suspiró–

–Está bien, no importa. Toma, no quedaba más que de piña, espero que te guste...

–Si, está bien...

–Voy a preparar la película.


Félix comenzó a sentirse mal. Sabía que el castaño se había molestado. Lo conocía lo suficientemente bien como para confirmar que es así. Suspiró y se sentó en el que consideraba que era el lado de su cama y esperó a su compañero. No sabía que hacer. Hacía años que no tenía un amigo como él y se encontraba entre la espada y la pared. Le gustaría ser algo más, pero no quería perder la amistad tan bonita que tenían. El juicio estaba muy cerca y tenía la sensación de que todo se iba a terminar después de eso. Y eso era algo que le aterraba.


–Lo siento mucho... –Susurró cuando el castaño se sentó junto a él–

–¿Porqué? ¿Te he dicho que estoy molesto por algo?

–No te ha hecho falta... Conozco bien esa cara...

–¿Puedes decirme qué es lo que pasa?

–Solo... Estoy asustado...

–¿Por qué?

–El juicio...

–Peque... ¿De qué tienes miedo? Sabes que estamos bien preparados.

Estaba escrito... ººKOOKMINººDonde viven las historias. Descúbrelo ahora