Jungkook quería pasar el resto del día en la cama, para que Jimin reposara, pero éste no quiso. Las pastillas le hicieron muy bien y no quería estar acostado todo el día. Comieron en la sala sentado en el sofá, porque aún le dolía estar sentado en una silla. Descubrieron que en un cajón había un montón de juegos de mesa y así fue como pasaron la tarde. Jimin pudo hacer la cena bajo la atenta mirada del mayor. Hacía una noche preciosa, por lo que decidieron cenar en el jardín trasero. El cielo estaba estrellado y la luna hermosa. Pero Jungkook no era capaz de quitarle la mirada a su bebé.
Para él, era la persona más hermosa que había visto nunca. Un ser majestuoso que no merecía sentir ningún tipo de dolor. Quería y deseaba hacerlo feliz. Jimin se sintió observado y cuando miró a su pareja, pudo ver la galaxia entera en sus ojos. Jamás había visto unos ojos tan hermosos. No hacían falta palabras para expresar lo mucho que se querían. Sin darse cuenta se fueron acercando hasta que sus frentes se juntaron. Sus respiraciones se mezclaban. Ambos tenían los ojos cerrados, disfrutando de ese momento mágico que había creado sin darse cuenta.
–Me gustas mucho, Kookie...
–Yo también te amo, Mochi...
Se dieron el beso más bonito que se habían dado jamás. Sus labios danzaban al ritmo de una canción inexistente. Jimin acunó el rostro del mayor mientras le daba suaves caricias. Jungkook acariciaba la cabellera rubia con mucha delicadeza. Ambos dejaron de besarse pero se quedaron unos segundo más son sus frentes pegadas. Jungkook se separó de golpe cuando escuchó unos leves sollozos de parte del menor. Lo subió a sus piernas y le abrazó.
–¿Qué ocurre?
–Es que... Ha sido tan bonito que... Mi corazón no lo ha podido soportar...
–¿Estás llorando porque te ha gustado mucho el beso?
–No, estoy llorando porque tu me gustas mucho...
–¿Y eso es malo?
–No... Es que... He estado tantos meses soñando con pasar momentos como este contigo que... No sé... Estaba perdiendo la esperanza ya...
–Yo me sentía perdido. Me dolía estar contigo pero echaba de menos hablar contigo o pasar tiempo juntos... No entendía nada...
–¿Recuerdas cuando estábamos en Italia? ¿Que me preguntaste si quería dormir contigo?
–Si...
–¿Sabes cuanto me costó decirte que no? Estuve un rato despierto pensando una excusa para poder meterme en tu cama... Creo que fue ahí más o menos cuando me di cuenta de que lo que sentía por ti, no era una simple admiración. Y cuando nos tocaba dormir juntos en la misma cama... Aprovechaba para observar tu rostro todo lo que quería sin ser descubierto. Tu me tenías rodeado con tus brazos y no te dabas ni cuenta. Acariciaba tu nariz hasta llegar a tus labios. Me pregunté muchas veces que se sentiría al besarlos y entonces comenzaba a llorar... Me sentía fatal... Tu me abrazabas más fuerte sin haberte despertado. Supongo que tienes un instinto protector bastante fuerte...
–Aun que Tae estuviera contento de que nuestros padres estuvieran juntos, él lloraba mucho en las noches y tenía que dormir con él. Creo que me acostumbré a eso por él. ¿Sabes lo tonto que me sentí al preguntarte eso? Estaba deseando que me dijeras que si, pero igual tenía miedo de que lo hicieras... Las cosas podrían haberse salido de control desde esa misma noche...
–Estaba escrito que estuviéramos juntos, pero no nos lo iban a poner fácil tampoco...
–A mi tampoco me gusta que me pongan las cosas fáciles. Haber sufrido todo eso me ha hecho darme cuenta de lo mucho que te amo, así que estoy contento de que haya pasado así.
ESTÁS LEYENDO
Estaba escrito... ººKOOKMINºº
Hayran KurguUn chico con sus sueños aparentemente truncados por circunstancias de la vida, conoce a alguien que le cambia la vida por completo. Pasarán cosas que un pequeño rubio tendrá que lidiar, pero con ayuda de sus amigos y de su familia, seguro que podrá...