Epílogo

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  La boda fue algo precioso. Se celebró en la casa de los señores Jeon, ya que tenían un enorme jardín trasero, perfecto para eso. Fue una boda íntima, ya que solo la familia y los amigos más cercanos fueron invitados. Él único periodista que se encontraba allí, era Jeong. Él se iba a encargar de la exclusiva. Jungkook se encontraba frente al altar, esperando a su esposo. Todo el mundo se sorprendió cuando Jimin le pidió a Namjoon que fuera él quien lo llevara al altar, ya que todos sabían el recelo que tenía con él.


–Nam... ¿Puedo preguntarte algo?

–Claro. ¿Qué ocurre?

–Es... ¿Puedes llevarme tú al altar?

–¿Yo?

–Si.

–Pensé que querías que te llevara tu hermano...

–Si, pero... No quiero seguir mal contigo. Me he dado cuenta de que Lia te ama, mucho y que tu también la amas a ella. Eres un buen hombre y después de todo lo que has hecho por mi, no mereces que te trate mal solo porque tenga celos de que me quites a mi hermana. Creo que soy lo suficientemente mayor para saber que eso no va a pasar. Quiero pedirte perdón por como me he comportado desde entonces.

–No tengo nada que perdonar. Entiendo que te sintieras así.

–No quería comportarme como un niño contigo. Eres una persona maravillosa y sé que mi hermana está bien contigo.

–Amo a tu hermana demasiado.

–Lo sé, aunque aquello que te dije de cortarte las bolas si le haces daño, sigue en pie.

–No esperaba menos de ti –sonrió–

–¿Entonces?

–Estaré encantado de llevarte al altar. Es un gran honor para mi.

–Muchas gracias –Se abalanzó hacia él y se fundieron en un hermoso abrazo–


Cuando la música sonó, todo el mundo se giró para ver a Jimin. Se había vuelto a teñir el pelo y el rosa era precioso. Llevaba un traje blanco hermoso. Jungkook no pudo evitar comenzar a llorar al ver lo hermoso que era el hombre con el que se iba a casar. Tenía una hermosa sonrisa implantada en su rostro mientras saludaba a la gente.

Namjoon entregó a Jimin al pelinegro con una sonrisa y se fue con su pareja. Jungkook no pudo evitar besar sus labios, cosa que hizo sonreír a todo el mundo. La ceremonia fue perfecta. Él día era precioso, ya que no había ni una nube en el cielo. En el atardecer fue cuando dijeron sus votos, los cuales escribieron ellos mismos.


–Minnie. Nunca me cansaré de decirte lo mucho que te amo. Me salvaste cuando te vi bailar, aquel día, pues estaba muy agobiado al no encontrar bailarín. El destino quiso juntarnos. Creo que caí ante ti, desde el primer momento, cuando te vi bailar aquella canción. Eres mi vida y que hayas accedido a pasar toda tu vida conmigo me hace el hombre más feliz del mundo. Sé que eso te lo he dicho muchas veces, pero como te he dicho antes, nunca me canso de decirlo. Te amo...

–Kookie. Sé que me costó mucho más que a ti decirte que te amo, pero desde el momento en el que lo dije la primera vez, se me escapa solo cada vez que te veo. Eres una persona maravillosa y pasar el resto de mi vida contigo, me hace muy feliz. Eres mi mejor amigo, no te ofendas Tae –Este sonrió y negó con la cabeza– Eres mi confidente. La persona en la que puedo confiar si tengo algún problema. Eres la persona que me enseñó lo que es el amor. La persona con la que cumplí mi sueño. Eres el amor de mi vida. Has hecho que mi familia crezca y eso es algo que me hace muy feliz. Te amo. Te amo muchísimo.

Estaba escrito... ººKOOKMINººDonde viven las historias. Descúbrelo ahora