Estaba escrito... ººKOOKMINºº

Capítulo 23

  Esa señora es como me imagino a nuestra hermosa Nana

La piel erizada de los pequeños brazos del pelirrosa, hacía sonreír a Jungkook. Siempre le gustó ver como un simple roce hacía estragos en él. Al llegar del médico, Jimin prácticamente echó a todo el mundo de casa. Le dijo a Taehyung que se llevara al pequeño a comer por ahí y que volvieran sobre las seis. Taehyung había entendido por donde iban los tiros, y al ver la cara de desesperación que tenía el menor, no demoró mucho en acatar su orden.

Ambos estaban desnudos, disfrutando de las caricias y de los besos. La lengua de Jungkook viajó por todo el cuello hasta llegar a los pezones. Jimin quería sentirlo ya, pero sabía que aunque se lo pidiera, no lo iba a hacer. Si quería hacer el amor con él, sería a su ritmo. Y antes de que le rechazara nuevamente, se dejaría hacer. Tampoco es que lo estuviera pasando mal. El placer era tal, que sus ojos estaban blancos. No era capaz de articular palabra alguna. Jungkook sabía cómo y dónde tocar para llevarlo hasta ese extremo.

Cada porción de la blanquecina piel del menor fue tocada. Jimin le rogaba que le diera atención a su miembro, pero Jungkook quería disfrutar un poco más de la suavidad de su cuerpo. Sabía que no podían entretenerse demasiado porque las seis de la tarde llegarían en seguida. Pero le era imposible no hacerlo. El olor a lavanda del gel que usaba Jimin y el olor a fresa que desprendía de su cabello, lo tenía extasiado.

Sus dedos fueron adentrándose en él, cuando fueron mojados con el lubricante. Los jadeos de Jimin cada vez eran más intensos, por lo que la paciencia de Jungkook iba disminuyendo. Jimin por fin sentía algo más por parte de su pareja, por lo que estaba más feliz. Estaba siendo consentido por fin. Y aun que quisiera algo más, no pensaba quejarse. Jimin llevó sus manos a la cabellera negra y lo atrajo hacia él para besarlo con fuerza. El sentía que ya estaba preparado, por lo que llevaría a su pareja a la locura.

Jungkook jadeaba, pues una de las manos se había enredado en su pelo y la otra viajaba libremente por su torso desnudo. Quería decirle que parara porque necesitaba prepararlo, pero Jimin no le dejaba. Cada vez que intentaba alejarse para hablar, éste le agarraba con más fuerza. Ya que vio por donde iban los tiros, con mucha fuerza de voluntad se separó del besó para acercar su cara a la entrada del menor.

La lengua entraba a diestro y siniestro mientras Jimin se retorcía de placer. Jungkook, además de su lengua, introdujo sus dedos de nuevo. No quería herir a su pequeño de ninguna forma, por lo que lo prepararía como su fuese su primera vez. Bueno, como lo tendría que haber hecho en su momento. Cuando vio que el menor no aguantaba más, fue introduciendo su miembro poco a poco, haciendo gemir a ambos.

–¿Porqué me haces esperar tanto?

–¿Porqué no entiendes que tengo que prepararte bien?

–¿Y tú, porqué no entiendes que aún no va a pasar nada?

–No me presiones más, por favor... No quiero haceros daño... Sabes que yo me muero por hacerlo contigo... Pero ahora tengo miedo de que algo malo os pase...

–Mi vida... –Acarició su rostro con una sonrisa– Lo siento... Siento estar tan desesperado... Pero tienes que entender que ayer no quisiste hacerlo y que hoy casi haces que me corra con solo una caricia. Me vuelves loco y quiero demostrar cuando te amo, haciendo el amor... Me encanta como me haces sentir. Me encanta ver tu cara de placer. Eres como una droga... Contenerme es muy difícil para mi...

–Lo sé... A mi me pasa exactamente lo mismo... Pero todo a su debido tiempo. Tienes que entender que tengo que prepararte para que no sufras ninguna herida. No quiero que sufras más de lo necesario. Quiero darte todo el placer que tú quieres, pero no podemos ir con prisas. Por un lado, porque no quiero hacerte daño, y por otro lado, tampoco tenemos por que ir apresurados. Quiero disfrutar de ti y de tu cuerpo.