Capítulo 12

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  En el concierto de Barcelona le pasó lo mismo. Casi se desmaya de nuevo. Por lo que decidió hacer ejercicio a la par de Jungkook. Más que nada porque no tenía ni idea de que rutina tenía que hacer ni nada. Se lo comentó a Jungkook y le dijo que no había ningún problema. En esta ocasión, Yuna se enteró por Jimin de que le volvió a pasar lo mismo, pero esta vez desde el hotel. Taehyung entendió que había asustado a la mujer innecesariamente. Pero se alegró de que ninguno de los chicos se hubiera enfadado por eso. Incluso Jimin le dejó dormir con él y le dio un abrazo para que supiera que no estaba enfadado.

Decidieron que lo mejor para la familia sería que esta vez no llegaran al aeropuerto, porque suponían que ahora habría más gente. Y así fue como pasó. Toda la familia esperaba en casa de los hermanos mientras que ellos firmaban algún que otro autógrafo y saludaban a sus fans.

Al llegar a casa, fueron recibidos por un cálido abrazo de parte de sus familias. Estuvieron hablando de lo bien que se veían los chicos en el escenario. También dijeron que Taehyung había hecho un trabajo magnífico porque todo había salido a la perfección, cosa que lo emocionó porque nunca le decían nada bueno a él. Se abalanzó a los brazos de Yuna, que fue quien lo dijo, y todos comenzaron a reír por lo exagerado que era.

Estuvieron una semana algo más tranquilos, ensayando solo hasta el medio día y teniendo las tardes libres. El Ceo les dijo que todo había salido bien en España y que no quería sobre saturarlos. Y mucho menos después de saber lo que le pasó a Jimin. El cual empezó una dura rutina de entrenamiento dirigida por el pelinegro.

Hacían juntos el ejercicio mientras que Taehyung los animaba. A mitad de la rutina Jimin sentía que se moría, pero necesitaba tener más resistencia si no quería desmayarse en mitad del escenario. Nana les preparaba bebidas y comidas nutritivas para recuperar las fuerzas.

En esa semana Jimin durmió mejor que nunca. Lo dejaba tan agotado que a duras penas llegaba a su cama. Tenía que ser acompañado por alguno de los chicos para no quedarse dormido por el camino. Fue una mañana en la que estaban haciendo los ejercicios que todo se torció. Taehyung no se encontraba en la sala con ellos y Jimin no notó cuando se marchó pues sentía que se moría. Jungkook ya había terminado su rutina y miraba con una sonrisa como el rubio se esforzaba cada día más por seguir su ritmo. Por ese día no pudo acabarlo.


–No puedo... –Dijo jadeante– En serio... Si corro más, me voy a morir...

–Está bien, podemos dejarlo por hoy. Ya casi acabas a la vez que yo. Igual para la próxima semana te pones a mi nivel.

–¿Tu crees? Yo te veo muy fresco...

–Eso es porque llevo diez minutos sentado viendo como te mueres...

–¿Te han dicho alguna vez que eres encantador?

–Un millón de veces –Sonrió–

–Chicos, tenemos visita –dijo el castaño con el semblante muy serio–

–¿Sucede algo, hermano?

–Deberíais venir...


Y salió de la sala dejando a los chicos intrigados. Jungkook tuvo que ayudar a Jimin a caminar unos segundos mientras se reía de él, porque sus piernas le temblaban por el sobreesfuerzo, pero al ver a Yuna sentada en el sofá, algo se apoderó de él que comenzó a caminar solo hacia ella. Quiso abrazarla, pero al ver su cara se paró en seco.


–Mamá... ¿Qué pasa?

–Hola cielo. ¿Cómo estás?

Estaba escrito... ººKOOKMINººDonde viven las historias. Descúbrelo ahora