Incluso con el sueño y el hambre haciendo mella en él, Alex era capaz de regular su respiración mientras marchaba a toda velocidad por amplios pasadizos devastados. La razón detrás de tanto esfuerzo era simple: temía quedar rebasado por sus sobrenaturales compañeros debido al agotamiento. Por suerte, como no había señales de que el Quinto Ojo o algún otro enemigo estuviese al acecho, podía cavilar sin mayores contratiempos. Detenerse un momento para pensar más a profundidad hubiese sido lo ideal, pero no estaba dispuesto a correr riesgos que podrían conducirlo a un punto sin retorno. Era consciente de que la situación se había trastocado a tal grado que estaba forzado a calcular muy bien las acciones que debía tomar.
El principal problema, desde su perspectiva, radicaba en la inesperada aparición del necrópata macho y su incluso más imprevista condición de "aliado". Si bien no parecía tener segundas intenciones, cosa extraña dado que se había presentado como el supervisor de la central, no existía absolutamente ninguna razón que lo hiciera digno de confianza. Alex aún no había tenido oportunidad de preguntar nada por el furor de la huida, pero ya venía siendo hora de recabar información vital. Con tal fin, apresuró el paso hasta ubicarse codo a codo con Nirvana, cuya mirada perdida revelaba lo afligida que se sentía.
—Oye... Nirv... —farfulló en voz baja, esforzándose en hablar sin alterar la cadencia de su respiración—. Sobre ese necrópata salido de la nada... ¿Lo conoces?
—Sí... —Apretó los labios y frunció el ceño, como si estuviese por llorar—. Él es mi hermano mayor.
—Dijo ser el supervisor... ¿Tu propio hermano te secuestró para...?
—No puedo negar mi culpa, pero quiero pedir perdón por todo —Sheol se había acercado a ellos al escuchar la conversación—. Escalé en la jerarquía de la Corporación luego de atravesar varias pruebas de lealtad y terminé perdiendo mi verdadero objetivo en el proceso. —Miró a su hermana a los ojos—. Todo este tiempo te he estado buscando... Finalmente te he encontrado, Nirvana.
Ella se detuvo de golpe y los demás se vieron forzados a imitarla. Los veinte años de tristeza y aislamiento que la habían azotado sin piedad parecían haber llegado a su fin, lo cual la hizo estallar en un llanto incontrolable. Sheol la abrazó para reconfortarla, también incapaz de seguir reteniendo las lágrimas, y le susurró dulces palabras de afecto. La carga emocional fue capaz de conmover incluso a la necrólito, cuyos recuerdos difusos la impulsaron a unirse a quienes, en su momento, había criado como sus hijos.
Por su parte, Alex tuvo la sensatez de mantenerse al margen de la enternecedora escena familiar. No era tanto por gentil consideración, sino que la idea de interrumpir a tres bestias salvajes no le hacía mucha gracia. A pesar de ello, no había olvidado que el desquiciado sujeto de las cadenas bien podría hacer una nueva entrada en cualquier momento. Sumado a eso, oír el eco de disparos y estallidos en las cercanías le permitió comprender que se habían aproximado demasiado al campo de batalla. Ante tal situación, consideró imperioso compartir sus preocupaciones con los demás para no terminar envueltos en la refriega.
—Creo que deberíamos...
—Sheol, ¿realmente ella es Sam? —preguntó Nirvana, antes de que Alex pudiese hacerse escuchar. La rubia había tomado uno de los mechones platinados de la necrólito y observaba su bestial rostro con cierta duda—. Su olor me resulta muy familiar, pero...
—Según las pruebas genéticas, es nuestra prima o algún otro pariente cercano. Solo puedo pensar en Samsara, aunque no tengo idea de cómo pudo sobrevivir. —Su hermana lo miró mientras se limpiaba las lágrimas, con un gesto de pueril curiosidad que exigía más información—. Para ser sincero, es la primera vez que la veo en persona. Yo estaba de viaje por el norte del país cuando la capturaron y, a mi regreso, ella ya había escapado...
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Necrópata
ParanormalAlexander Hound enfrenta un complicado desafío: reincorporarse a la universidad luego de pasar un año entero internado en el hospital. Como está por cursar el último ciclo académico, sus escasos conocidos ya se han graduado, así que solo le queda re...