20

1K 60 4
                                    

Maratón 3/3

Un mes después

-Eso sería todo por hoy Katia, espero verte mañana, hasta pronto.-La amable mujer le sonrió, despidiendose de ella con un corto pero cálido abrazo.

-Muchas gracias, espero verla mañana, la acompaño a la salida.-Katia y Alyssa salieron de la sala que Bill con mucho esmero había mandando a decorar y equipar con todo lo necesario para que Katia y la psicóloga se encontrarán cómodas y así la pelinegra pudiera tener sus terapias en tranquilidad.

-Hasta pronto.-Volvió a decir la mujer a lo que Katia sonrió. Alyssa se dió la vuelta bajando los escalones de la entrada y subiendo a la camioneta que la llevaría de vuelta al hospital.

La pelinegra se quedó mirando al automóvil irse y no fue hasta que se perdió en la inmensidad del bosque, que se quitó de la entrada y cerró la puerta para volver a su infierno.

-¿Cómo te fue con la terapia?-Katia levantó su mirada, encontrando a Bill terminando de bajar las escaleras.

El camino hacia ella, dejando un casto beso en su frente y comenzando a jugar con sus largos mechones de cabello, eso ya se había hecho tan habitual en ellos, el que ella se dejara como una muñeca de trapo, el que ya no se opusiera a su tacto y el que Bill ahora sea un poco más cariñoso y cálido con ella, se había vuelto tan habitual en un mes, que incluso ya se había acostumbrado a su presencia tan cercas de ella, con la terapia, los consejos de Emily, las llamadas con Ian y su hijo a su lado, había comenzado a llevar las cosas mucho mejor.

-Bien, la psicóloga es muy amable.

-Si no te sientes cómoda con ella podemos cambiar.-Susurro cercas de sus labios, tan cercas que sentía su aliento chocar contra el de ella.

A pesar de haber pasado un mes sus nervios aún seguían traicionandola.

-Ya te dije que estoy bien con ella, si te la recomendó el doctor Lavoie es por algo.
-Katia se ruborizo ante la cercanía, oculto el jugar con sus manos por los nervios y lo remplazo con una sonrisa tímida.

-Entonces la dejaremos hasta que acabe tu tratamiento.

Katia asintió, posando sus pequeñas manos en el pecho de Bill, dando leves caricias para ocultar los nervios que sentía cuando ese tipo de "momentos" llegaban.

Bill tomo la pequeña cintura de la pelinegra entre sus manos, sintiendo el pequeño sobresalto que dió, por lo que con más calma y suavidad, acaricio su espalda hasta que ella se relajo y volvió a su cintura para acercarla a su cuerpo.

-Yo...-Susurro ella cuando el rubio se acercó a sus labios, rozando, lamiendo y mordiendo antes de adentrar su lengua a su cavidad solo para terminar demostrando que era el quien siempre mandaba.

-Bill.

Ambos se separaron, Katia con las mejillas demasiado rojas y Bill rodando los ojos con molestia al escuchar la voz de Daisy detrás de el.

-¿Qué quieres?

-Es algo urgente.-La morena ladeó la cabeza a un lado para mirar el pequeño cuerpo que se escondía detrás de Bill.

Katia en cuanto se vio descubierta por Daisy, su primero impulso fue esconderse detrás de la fornida espalda del rubio, pero su escondite fue inútil cuando Daisy aún así logro ver parte de su brazo.

Oscuros Secretos Parte 1 - Bill Skargårg [La Mujer Del Diablo Book#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora