Oscuros Secretos Parte 1 - Bill Skargårg [La Mujer Del Diablo Book#2]

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Segunda parte

13 años atrás

-Mamá.-La llamé mientras dejaba a un lado mi juguete favorito, un oso de peluche ya bastante viejo y desgastado, debido al uso que le daba.

-¿Qué sucede Mason?-Mamá dejo de ver a Nina y a Daisy jugar, se giro hacía a mi sobre la silla y me sonrió con dulzura, como siempre lo hacía.

-¿Por qué yo no puedo jugar con ellas?
-Pregunté dentro de mi inocencia. En ese momento aún no sabía que sucedía conmigo, mis sentimientos no eran claros,
lo que quería y lo que no, no era aún algo que decidía.

Solo quería estar cercas de ella, verla todos los días y no perderla de vista.

-Por que son juegos de niñas y tú cariño.
-Mamá tocó mi nariz con la yema de su dedo índice, ampliando aún más su sonrisa.-Eres un niño

-Pero yo no quiero jugar con ellas, yo solo quiero estar cercas de mi hermana.
-Mi madre sonrió, aún más de lo que ya lo hacía, en ese momento ella aún destilaba esa dulce sonrisa que siempre la había acompañado desde que tengo memoria.

"Hermana", todavía a esa edad no sabía que gran conflicto me causaría decirle en un futuro hermana o tratarla como eso.

-Pero ahora está con Daisy, ustedes viven juntos, se ven todos los días, Nina y Daisy no.

-Pero no las voy a interrumpir, solo quiero verla más de cercas.-Mamá soltó una sonora carcajada, llena de la ternura y inocencia que yo irradiaba en ese momento.
-No importa si no puedo jugar con ella o si tengo que mantenerme en silencio, solo quiero estar un poco más cercas de Nina.

-¿Por qué cielo?-Pregunto, su mano comenzando acariciar los mechones castaños de mi cabello que caían por un lado de mi oreja, en ese momento el cabello me llegaba hasta los hombros, pero lo tenía recogido en una coleta que mamá hizo.

-Por que nunca me quiero separar de ella, quiero que todas sus sonrisas sean para mí y también todas sus risas.

-Mason.-Dijo mi nombre entre pequeñas risitas.-Eso no es posible, Nina siempre tendrá otras personas a las que sonreírles y con las que reír.

-Pero yo quiero ser el único.

-Cariño...

-Nina es muy bonita, cuando seamos grandes quiero que su belleza sea solo para mí, por eso nos casaremos.-Era muy pequeño, tan solo tenía 10 años cuando aquellas palabras salieron de mi boca.

Mi madre dejo de reír, su rostro cambio a uno totalmente serio y un nerviosismo que no se podía ocultar, apareció en su cara, desde ese momento todo cambio para nosotros.

-Mason.-Su tono había dejado de ser dulce y se había convertido en uno bastante serio.-Nunca vuelvas a decir eso, jamás.

-¿Por qué? si es todo lo que quiero.

-Basta.-Mamá se puso de pie, tomo mi brazo y me levanto de la silla.-Eso no puede ser, Nina es tu hermana, sangre de tu sangre, jamás podrías casarte con ella.

-Pero mamá...

-Esto acaba aquí, por favor no digas eso delante de tu padre.

-Pero..

-Mason.-Está vez el regaño fue muy presente en su voz, su mirada era de completa acusación, como si lo que hubiera dicho fuera un crimen.

Y claro que lo era, pero en ese momento no entendía la gravedad de mis palabras.