Me encontraba mirando por el ventanal de mi despacho, el jardín verde, había florecido nuevamente después del invierno, tal y como todo ciclo.
Me era tan extraño no ver a Katia sentada en el pasto, bajo la enorme sombra del frondoso árbol en el centro del jardín, recargada en su ancho tronco mientras jugaba con Enzo.
Ya hacía algunos días de su accidente y a pesar de que había cuidado de ella al mismo tiempo que me encargaba del trabajo, me era difícil comprender tan severos golpes en su rostro por unas ramas secas.
Incluso había hecho a un lado mi reunión con Arthur Call, la visita al gobernador y con el alcalde, para estar pendiente a ella y que no se sintiera sola, pero a pesar de eso, había tenido un ataque de pánico y no dormía mucho.
Habíamos cambiado de psicólogo muchas veces, Katia dejaba de sentirse cómoda y pedía cambiar, temía que eso estuviera afectando en su trastorno y que por eso los ataques de pánico regresarán.
Recuerda que lo más importante está en casa.
Debe tener un ambiente sano en casa por el bien de su salud.
Las palabras de Jacob resonaron en mi cabeza, apreté con mi mano el vaso con whisky, estaba desesperado, había estado haciendo todo bien, había dejado los maltratos, me había vuelto comprensible, le quería, había cambiado por completo con ella, así que no entendía por que no mejoraba, por que seguía sintiendo miedo, pánico, ¿por qué seguía sufriendo? ¿acaso todo lo que hacía no era suficiente?
Las personas lastimados de tal forma como yo, quedan con cicatrices, marcas que jamás se borrarán y que les recordarán durante toda su vida lo que vivieron, lo que les hicieron y todo lo que sufrieron.
Sus palabras me cayeron encima como cubeta de agua fría.
¿Y si ella jamás me perdonaba?
Por supuesto que no lo haría, ella misma lo dijo, una persona que vive lo que ella vivió, queda con cicatrices de por vida...y...ella las tiene, no solo en el cuerpo sino también en el alma y el corazón.
Tenía que hacer lo que fuera con tal de ganarme su perdón, por que de verdad quería, de verdad me había enamorado de ella y sabía que ese era mi peor error, por que Katia era mi único arrepentimiento, mi única culpa, es la única persona en el mundo por la cual quería ser perdonado y así sería para siempre.
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-¿Cambiaron otra vez?-Pregunto Emily sentandose en la cama a mi lado, mientras tanto yo mecía a Enzo entre mis brazos, dormía tan plácidamente que no había ruido que lo despertara en este momento.
-Si, hoy en la mañana vino una nueva psicóloga.
-Debiste de decirle la verdad a Bill.
-No podía, Mason y Daisy son capaces de todo, me da miedo que le hagan algo a Enzo por mi culpa.
-Jamás lo dañarían, es el hijo de Bill, no sé atreverían tan siquiera a tocarle un cabello.
-Saben que el y yo ahora estamos juntos y ya vez lo que se atrevió hacerme Daisy hace días.-Me gire levemente hacía ella, mostrando mi rostro con moretones morados y la frente hinchada, Daisy no había tenido compasión de mi en ningún momento.-Son unos monstruos, los odio.
-Mis ojos se nublaron por las lágrimas que querían salir, sin embargo las detuve, ya no quería llorar, ya no quería ser débil y vulnerable.-Ya empiezas a tenerles odio, rencor y sed de venganza.-Mis ojos volvieron a mirarla, Emily sonrió de lado y siguió hablado.-Y eso es bueno Katia.
-¿Por qué?
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Oscuros Secretos Parte 1 - Bill Skargårg [La Mujer Del Diablo Book#2]
FanfictionSegundo libro de la tetralogía la mujer del diablo. Bill jamás pensó que sus propios amigos más cercanos le ocultaran secretos tan oscuros que no imagino nunca. Con muchas verdades a medias, la oportunidad de poder tener una familia, miles de secret...