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Cuarta parte

-Tu prometido desapareció y ahora que lo pienso Emily también.-Sonreí cuando Nina rodo los ojos, estaba preocupada al no ver a Marco por ninguna parte.

-Cállate Mason.-Contesto con molestia, sus ojos yendo de un lado a otro en busca de Marco.

-Basta.-Dije, logrando por fin que se quedará quieta y me mirara.-Me has pisado más de una vez por culpa de que no te quedas quieta.

-No me importa.

-Nina.-Llame con voz dura, ella de inmediato volvió a quedarse quieta, ahora mirándome.-Es la primera canción que bailamos desde que inició la fiesta, deja de moverte y buscar a otro si estás conmigo.
-Dije molesto, su actitud me hacía enfadar pero aún más el hecho de que Marco no valorará lo que tenía por prometida.

-Lo dices como si tú fueras otro hombre en mi vida aparte de Marco.-Su ceño se frunció por escasos segundos para después dar paso a una sonrisa divertida.
-Que dramático Mason, eres mi hermano.

-Si, soy tu hermano.-Para mi desgracia. Mi voz interior me hizo sacudir levemente la cabeza para eliminar ese pensamiento.
-Lo que quiere decir que soy otro hombre en tú vida y debería de ser el único.
-Lo último se me escapó por accidente pero tomando en cuenta que se lo estaba tomando con diversión por verme como un "dramático exagerado", no me alerte tanto y seguimos bailando al ritmo de la balada.

-No puedes ser el único, Mason.
-Soltó una pequeña risita.-Eres mi hermano mayor y te amo pero tú sabías que algún día me iba a enamorar y tendría a un segundo hombre en mi vida, bueno un tercero por que Bill es como un hermano para mí.

Pero no tengo problema con Bill, sin embargo con Marco si, no solo por que te engaño, sino también por que te tiene.

-Tengo que casarme, vivir con mi esposo y tener hijos, suena a felicidad y tú debes de estar feliz por mi felicidad así como estaré feliz por ti el día que conoscas a una chica y quieras casarte con ella y formar una familia.-Mientras hablaba sus ojos brillaban y una sonrisa bastante dulce no desaparecía de sus labios.

A Nina siempre le había hecho ilusión imaginar que algún día tendría una familia, una esposa e hijos, pero realmente yo no quería eso si no era con...

Era complicado pero sabía que probablemente nunca iba a poder tener algo así, la vida que escogí no me lo permitía y la mujer que escogí para eso era prohibida, tan solo podía conformarme con mirarla todos los días y ver que le daba sus hermosas sonrisas a otro hombre, eso era lo único que podía hacer.

Ver como lo que más anhelaba en la vida se me iba de las manos por que amaba a otro hombre.

-Mason.-Nina me saco de mis pensamientos, volví a enfocar su rostro, se parecía mucho a mamá y eso lo hacía aún más complicado.

-¿Entonces?-Pregunto alzando ambas cejas mientras la sonrisa no se borraba de su rostro.

-¿Qué cosa?-Pregunté confundido al estar distraído en mis pensamientos y no prestarle atención a lo que decía.

-¿Cuándo seré tía? ¿Pronto? ¿O seguirás haciéndome esperar más?

Mierda, no hagas esto Nina, no pongas esa cara de ilusión y esa sonrisa dulce que espera que esa ilusión se haga realidad por que nunca pasará, nunca podría amar a alguien que no fueras...que no fuera...

Me límite a pensar esa parte y solo me quedé observándola en silencio.

-Nunca pasará, ¿verdad?-Pregunto borrando poco a poco la sonrisa mientras el brillo lleno de ilusión desaparecía de sus ojos.

Oscuros Secretos Parte 1 - Bill Skargårg [La Mujer Del Diablo Book#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora