Oscuros Secretos Parte 1 - Bill Skargårg [La Mujer Del Diablo Book#2]

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Quinta parte

-¿Cuál es la cita que más te a gustado?
-Bill me miró aún sonriendo, justo hace unos segundos nos estábamos riendo de todos los pisotones que le he dado durante todo el tiempo que llevamos bailando.
La verdad es que ya había comenzado a divertirme, Bill me estaba haciendo reír y las miradas inquisitivas a mi alrededor ya me habían dejado de importar.-La cita en el mirador.-Dije sonriendo por lo de hace momentos, pero la felicidad desapareció cuando el borro su sonrisa.

-¿Por qué?

-Por que fue la primera vez que tú te abriste ante mi y me mostraste la persona que realmente eres y eso para mí cuenta mucho.-Volví a sonreír mientras acariciaba su rostro.

Durante los meses que habíamos estado saliendo, había comprendido que aún me faltaba mucho por conocer de él pero poco a poco me comenzaba a dar cuenta que la máscara de hombre malo solo era eso, una máscara que disfrazaba su verdadera cara, la que sufría y se retorcía en dolor y sufrimiento.

Bill estaba solo, perdido en un abismo del cual no podía salir, sufría constantemente y se lamentaba de igual modo, cosas que no conocía en el y que jamás me imaginé que tenía, su inseguridad, su forma de ver el mundo cuando era un adolescente y lo aniñado que podía ser en ciertas ocasiones, solo me hacían saber que le faltó disfrutar muchas etapas de su vida, que había sido dolorosa desde el primer momento en que nació, por que por algo que aún no me quería decir, desde que estaba en el vientre de su madre ya tenía una condena y esa era ser el hombre que es hoy en día.

-No estás solo, recuérdalo siempre.
-Por un momento me compadecí de el, perdí el pánico por que me tocará y lo bese, lo hice como si lo amara como si mi vida dependiera de él como si de verdad estuviera dispuesta a recibir una bala para salvar su vida.

Pero realmente era una mentira, todo lo sucedido en estos meses era una mentira que me estaba coronando en lo más importante para el, ¿realmente algún día llegaría a ser más importante que su propia vida? no lo sabía, pero lo que si sabía es que le tenía lastima, aveces ya no era odio, sino una profunda y tremenda lastima que me hacía compadecerme se él hasta el punto se tener que fingir amarlo de verdad.

Y eso me causaba repudio hacia a él y hacia a mi misma por que eso significa una sola cosa...y era que aún no podía contener mis emociones, aún seguía siendo inocente y buena.

-Gracias.-Susurro cercas de mi rostro cuando nos separamos, nuestras respiraciones chocaban y sus ojos brillaban.-Nunca te he agradecido por iluminar mi vida y nunca te he pedido perdón por hacerte sufrir.

Aquello movió algo dentro de mi como si solo necesitará escuchar eso.

Aveces dicen que el perdón es la cura para liberarnos, para restaurar el alma y dejar de sentirnos con un peso encima, el perdón cura heridas, pero mínimas, como por ejemplo una ofensa, pero lo que me hizo, lo que viví a su lado fue lo peor que me tocó, por que yo no merecía algo así, ningún ser humano lo merece.

Pero el perdonar es otra cosa, es levantar el castigo de esa persona, la culpa, el remordimiento, aquellas emociones que te hacen sufrir y retorcer en la agonía de que hiciste algo malo y yo...yo no iba a liberar tan fácilmente a Bill de esa condena, de ese castigo que se merece.

-Aveces un perdón no basta, Bill.
-Hablé con fuerza sin el pánico y los nervios apoderándose de mi. El camino no sería tan fácil como el pensaba y ya era hora de que lo supiera.-Las personas lastimados de tal forma como yo, quedan con cicatrices, marcas que jamás se borrarán y que les recordarán durante toda su vida lo que vivieron, lo que les hicieron y todo lo que sufrieron.-Mis ojos se nublaron por las lágrimas, quería llorar, me sentía atrapada en una burbuja, sin salida sin tener a donde ir por que ya no me quedaba nada, un hogar, el donde refugiarme, ya no tenía la protección de los brazos de mi padre y los cálidos besos de mi madre, mis padres, ellos me hacían mucha falta.