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Ethan se encontraba guardando las pocas cosas que necesitaría el día de hoy, camino hasta su armario y saco la chaqueta de cuero con afelpado por dentro y los guantes negros que había comprado hace unos días, se los puso y volvió a la cama donde se encontraba su mochila, la colgó en sus hombros y después de darle una última mirada a toda su habitación, supervisando que nada se le olvidará, cerro la puerta tras de si y recorrió los pasillos de la mansión hasta llegar a las escaleras.

Cuando por fin se encontró en la planta baja se dirigió a la entrada y abrió la puerta, sonrió a lo grande cuando miro su Ferrari 812 Superfast 2017, estacionado en frente de el, cerro la puerta y después camino a su auto, lo recorrió con la mirada y sonrió aún más amplio, era de color rojo y relucía como el oro.

Sin pensarlo más abrió la puerta del lado del copiloto y arrojo su mochila a cualquier parte del auto, segundos después entro y volvió a cerrar la puerta para poder encender el auto, el motor rugió con potencia y cuando piso el acelerador sintió la más grande felicidad.

Avanzó hasta el enorme portón y el guardia encargado lo abrió, en menos de un minuto ya se encontraba conduciendo por el camino de terracería, con una enorme sonrisa en los labios, casi nunca solía conducir sus autos, siempre estaba ocupado trabajando y está vez, era una de las pocas dónde tenía la oportunidad de utilizar su amado Ferrari, que era el favorito de entre los cuatro que tenía.

El camino sería bastante largo y tenía varios lugares a los cuales ir, el pueblo donde nació su madre, a todos los lugares donde trabajo y al orfanato donde nació el, todos esos lugares eran importantes ya que de todos ellos recaudaría toda la información necesaria para saber de su pasado y para saber quién fue su padre.

Ansiaba saber la verdad con todas sus fuerzas, ese era su más grande propósito en la vida desde que se enteró que estaba enfermo del corazón.

Fue hace un año, había ido al hospital para hacerse un chequeo por una pequeña herida en su brazo, aprovecho la ausencia de Bill que se encontraba en su luna de miel, Nina y Marco encerrados en su burbuja de amor por qué estaban recién reconciliados, Mason y Emily concentrados cada quien sus asuntos y Ian...

Ian se había sumergido en su propio mundo, bebía todos los días y solía estar ocupado todo el tiempo, era como si quisiera tener su mente ocupada en otras cosas para huir de algo o alguien.

Absolutamente nadie se había dado cuenta por lo que estaba pasando y ni siquiera sospecharon su ausencia cuando fue al hospital, siempre trataba de evitar el tema cuando Bill le preguntaba a dónde iba cada vez que salía, aveces se escapaba sin su permiso y otras veces simplemente nadie lo notaba.

El doctor le había dicho que tenía una enfermedad llamada insuficiencia cardíaca terminal y que gracias a qué la habían detectado rápido, podían hacer algo, como un buen tratamiento, descanzo y comida saludable, cosas que no seguía, había días en los que ni siquiera dormía una hora y tenía ya dos semanas sin ir al médico, probablemente su calidad de vida ya fuera peor, pero no le importaba, le dedicaría todo el tiempo necesario a saber de su pasado.

Antes de morir lo único que quería hacer era poder saber quién fue realmente su padre.

Ethan suspiro cansado y paro el auto en un semáforo en rojo, aprovecho eso para llevar su vista a su reloj de muñeca, ya había pasado una hora y apenas se encontraba saliendo de la ciudad y ya sentía que no podía respirar.

El semáforo cambio a verde y el chico piso el acelerador manteniendo su vista fija al frente, había pensado ligeramente en dar la vuelta y regresar o parar el auto y dormir un poco, pero su vida era corta y tenía que averiguar muchas cosas, no quedandole de otra opción y pisando hasta el fondo el acelerador, avanzó en la carretera a toda velocidad.

Oscuros Secretos Parte 1 - Bill Skargårg [La Mujer Del Diablo Book#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora