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Primera parte

Río de Janeiro, Brasil

-Papá.-Lo llame mientras lo miraba desde abajo. Yo me encontraba sentado en una de las bancas del salón de entrenamientos, mientras el se encontraba a mí lado, de pie y observando a mi hermano mayor pelear contra Mason.

No recibí respuesta alguna, simplemente silencio.

-Papá.-Volví a llamarlo, está vez me respondió de mala gana sin siquiera voltear para verme.

-¿Qué quieres?

-¿Está vez si vendrás a verme a mi clase de poesía?-Pregunté con entusiasmo, llevaba toda la semana tratando de preguntar eso, pero cada vez que intentaba hacerlo, mi padre decía que no tenía tiempo para mi.

-¿Pero qué estupidez estás diciendo?

Mi cuerpo comenzo a temblar no por la manera en la que me habló, sino por que se giro mirándome con el más puro odio.

-Solo quiero saber si...

-Ya te escuché mocoso.-Volvió a hablar, está vez tomando de mi brazo para ponerme de pie.

Aunque todavía no le llegaba a su altura, aún así su aliento choco contra el mío por qué el se inclino hacia a mi.

-Jamás, escúchame bien, jamás iré a esas estupideces, eso es para tu madre, que conciente todas esas mierdas, además del hecho de que vivas todo el tiempo bajos sus faldas como una niñita asustadiza.

-Pero padre, solo quiero que me veas recitar los poemas que hice está semana, la profesora dice que soy muy bueno y que...

-¡No me importa!-Grito tan alto que me hizo temblar aún más bajo su agarre.

Por inercia mire de reojo a Aiden, quien al mismo tiempo aprovecho el tener a Mason bajo suyo en una llave, para voltear a vernos, sus ojos verdes se clavaron en ambos, pero eso solo fue una distracción para él, ya que Mason consiguió someterlo a base de ese pequeño desliz.

Mi padre se giro con rapidez hacia el combate, pero aún así no me soltó.

-Maldición, vez lo que haces.-Hablo, pero no respondí lo que desencadenó aún más su furia.-¡Distraes a tu hermano todo el tiempo de sus deberes!

-Lo siento, no es realmente mi intención.
-Baje la mirada lleno de miedo por tener a mi padre tan furioso.

-Solo mírate y míralo a él, tu eres como un bicho raro, inútil, insignificante y de debilucho, y tú hermano es mi heredero, es fuerte y prometedor.

No me atreví a hablar, mejor opte por quedarme callado y con la cabeza gacha.

-No sé cómo es que eres mi hijo, quisiera que no fuera así, quisiera que nunca hubieras nacido.-Y ante eso solo pude sentir lágrimas silenciosas resbalar por mis mejillas.

-Me das vergüenza, por eso nunca quiero que estés a mi lado o tan siquiera cercas de mi, te repudio por ser un maldito debilucho.-El primer sollozo cargado de dolor por sus severas palabras no solo me hizo temblar de la impotencia, sino también querer nunca haber nacido para no tener que sufrir esto.

Tras el primer llanto de dolor por sus palabras, le siguió otro y otro, hasta que escuche como el combate se detenía y pude sentir las miradas de Aiden y Mason sobre nosotros, pero probablemente no por mi llanto, sino por que ellos si miraban lo que mi padre iba hacer.

-¡Ya cállate!-Levanto mi rostro con la mano que antes sostenía mi brazos, su agarre se mantuvo firme en mi mandíbula.

-Lo siento padre.

Oscuros Secretos Parte 1 - Bill Skargårg [La Mujer Del Diablo Book#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora