11. Estás a salvo

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Hola guapuras, espero que os guste el capítulo de hoy.

Nunca un sombrero de cowboy había dado tanto juego ;)

Disfrutad de la lectura <3

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Jasmine y Winter me miran con la misma cara que el gato con botas de Shrek, exagerando un gran puchero, como si con eso fuera a cambiar opinión

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Jasmine y Winter me miran con la misma cara que el gato con botas de Shrek, exagerando un gran puchero, como si con eso fuera a cambiar opinión.

—No vais a conseguir nada —les aseguro en un tono decidido, mientras termino de lavar los platos de la cena. No cesan en ningún segundo, sus cejas curvadas hacia abajo, sus gestos dulcificados, como si no hubieran roto un plato en la vida, cuando la realidad es que se han cargado varias vajillas.

—Venga, Pay... —gimotea Jasmine.

—Hazlo por mí —me pide Winter con dramatismo— Para darle la bienvenida a Jayce.

Reprimo las ganas que tengo de poner los ojos en blanco. No debería odiar al novio de mi hermana, pero lo hago. Para mi desgracia, va a pasar una temporada con nosotras. Jasmine no puso ninguna pega al respecto, como ya imaginaba, y la idea de invitarlo fue prácticamente mía, así que fue casi imposible negarme un par de días después.

Froto con intensidad el queso derretido que se ha pegado al plato, lo han dejado tanto tiempo en la mesa que ahora es imposible sacarlo. Siento la mirada de ambas puesta en mí, a la espera de que cambie de opinión, pero la idea de salir de fiesta y emborracharme no entra en la lista de mis planes preferidos. No me sienta bien el alcohol, y aunque he intentado escaquearme y ser yo quien conduzca para no tener que beber, se han puesto de acuerdo para ponerle solución rápido. ¡Un taxi! ¿Qué creen? ¿Qué somos ricas?

—Dudo que Jayce quiera irse de fiesta nada más llegar.

—Ha sido idea suya —responde mi hermana perspicaz.

No. Pongas. Los. Ojos. En. Blanco.

—No seas aburrida —Jasmine me da un codazo cariñoso en el costado, me mira con dulzura, sabe que nunca he sido de multitudes, y que prefiero cualquier otro plan, a sentir los cuerpos sudorosos de los demás pegados a mí mientras bailan en un espacio reducido. ¿Por qué iba a pagar por eso?

—Podéis ir vosotras, no va a cambiar nada si me quedo en casa.

—Lo cambiaría todo —responde Winter, parece sincera, pero no entiendo el motivo. Ambas se llevan genial, es más, han salido de fiesta juntas muchas más veces que conmigo.

—He conseguido entradas gratis —Jasmine mueve las cejas con diversión, mientras tuerce los labios en una sonrisa ladina— Habrá chicos guapos, solteros, y con ganas de ponerte mirando a Marte.

—Esa imagen ha sido asquerosa —Winter la mira arrugando la nariz.

—Tu hermana necesita un polvo, no echa uno desde... —hace una pausa demasiado larga para mi gusto, es cierto que hace bastante que no intimo con un hombre, pero entre la universidad, las llamadas, y que todas mis citas terminan de la misma manera...— Mira, ni recuerdo cuándo fue la última vez, imagínate.

Seduce MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora