En cuanto he visto a Payton irse con ese tío no he dudado en hacer lo mismo. Llevo horas deshaciéndome de todas las mujeres que se me han acercado, porque por extraño que aún me siga pareciendo, con la única que quería hablar era con ella.
Sigo sin comprender que me pasa, porque tengo la necesidad de estar cerca de Payton todo el tiempo, de inventar cualquier excusa para estar juntos y hablar de cualquier tontería. La conozco prácticamente de toda la vida, y nunca me he sentido así. Siempre he sabido que ella era diferente, que no me sentía igual a su lado, pero lo achacaba a que era de las pocas personas que me habían visto crecer, no solo en estatura, sino en lo personal. Payton conoce mi verdadero yo, el que era antes de ser un personaje público, del que hablan más de romances inventados que de su profesión. Pero hay algo más, ya no es solo esa chica risueña que siempre tenía una sonrisa en los labios, ahora es la chica risueña que pone una sonrisa en los míos.
Joder. ¿Qué coño me pasa?
Es Payton Cook, no puedo pensar con la polla cuando se trata de ella.
—Estás siendo un completo imbécil —Chris se acerca a mi lado con un vaso de plástico en la mano que apesta a alcohol.
Aparto la mirada del punto exacto dónde la he visto desaparecer hace más de media hora y me encuentro con unos ojos verdes curiosos.
—Me he alejado de tu hermana todo lo que he podido —me defiendo— Pero es complicado cuando me sigue a todos lados. No es fácil deshacerse de Jenna.
—Hablo de la rubia —hace un gesto con la barbilla hacia la salida, dónde mi mirada lleva desde que se fue.
—¿Winter? —sé que no es a quien se refiere, pero no quiero parecer más obvio de lo que seguramente ya sea.
—No esa rubia, sino la que ha conseguido que la cara de amargado típica del gran Turner se convierta en una de cachorro adorable.
—¡Que te jodan! —le fulmino.
Chris sonríe con petulancia.
—Te gusta.
—Pero, ¡qué dices! —bufo indignado— Es la mejor amiga de mi hermana.
—Te gusta la mejor amiga de tu hermana —se regodea.
—No me toques los huevos, Chris.
—Tranquilo, ya sé que prefieres que te los toque ella —oculta la sonrisa tras el vaso pegado a los labios.
—Es su mejor amiga —recalco, por si no le ha quedado claro, y para recordármelo a mí mismo ya que estamos— Jasmine jamás lo permitiría.
—¿Desde cuándo haces lo que dice tu hermana?
—Desde nunca.
—¿Entonces?
—Déjalo estar —me muevo incómodo.
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Seduce Me
RomanceMujeriego, inalcanzable y comedido. ÉL es jugador profesional de fútbol americano en Los Ángeles, con dos únicas reglas que dictan su destino: proteger y guiar al equipo como capitán y no involucrarse sentimentalmente con nadie. Y nunca ha pensado e...