Preparo varias bebidas y algo de picar en la cocina mientras la música suena de fondo. La pantalla del móvil se ilumina y corro hacia la esquina de la isla para leer la respuesta de Payton, pero el móvil vuelve a vibrar anunciando una llamada. Se me acelera el corazón al saber que voy a escuchar su voz y me apresuro a cogerlo nervioso. La sonrisa se transforma en una diferente al ver el nombre de mi madre.
—Hola mamá.
—Cuánto ruido hijo, ¿dónde estás? —pregunta con un acento marcado.
—En casa, han venido los chicos a celebrar el partido de ayer.
—¿Celebráis que jugasteis de pena?
—Mamá, ganamos —me muevo incómodo.
—Lo sé, sabes que no me pierdo ningún partido, pero jugasteis confiados todo el tiempo y eso casi os hace perder —me recrimina en un tono de voz irritante— ¿Te parece inteligente estar de fiesta cuando queda tan poco para la clasificación?
Me aprieto el puente de la nariz.
—No veo muy inteligente por tu parte perder el tiempo de esta manera. Deberías estar entrenando, repasando el juego, pasando tiempo extra con tu fisioterapeuta o...
—Mamá ya no soy un niño, además de que juego en la liga profesional. No necesito que lleves mi calendario de entrenamiento ni me organices las horas de mi día a día.
Suspira ofendida.
—Que mala madre soy por intentar hacer triunfar a su hijo.
—No voy a ser peor porque quiera celebrar con mi equipo la victoria.
—Cariño, que soy tu madre. Sé que no solo hay chicos en esa fiesta, veo las revistas del corazón aparte de tus partidos. No te viene nada bien esta mala fama de mujeriego. ¿Desde cuándo no tienes novia?
—Nunca he tenido —respondo a secas.
—Pues ya es hora de que asientes la cabeza, suficiente tengo con que uno de mis hijos se descarrile.
—No hables así de Jasmine —salgo de la cocina hasta llegar al salón— No es mi culpa que la prensa se invente mi vida amorosa, pero que tú creas o no que solo estoy con los chicos no es mi problema.
Suspiro molesto, tengo la sensación de que debería haberle dicho esto a mi madre mucho antes. No sé cómo he permitido tantos años que me controlase de esta manera, a veces envidio a mi hermana por tomar la decisión de alejarse del apellido Turner.
—No te engañes. Esas mujeres que han pasado por tu cama son reales, no las han creado por ordenador. Casi tiras por la borda tu futuro tras el accidente, no voy a permitir que eso ocurra otra vez, así que hazme caso por una vez.
—Eso pasó hace tiempo y no se ha vuelto a repetir. Soy el capitán del equipo, no necesito vender una imagen idílica de mí para seguir mostrando mi talento. Además, ahora salgo con alguien, y esta vez va en serio.
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Seduce Me
RomanceMujeriego, inalcanzable y comedido. ÉL es jugador profesional de fútbol americano en Los Ángeles, con dos únicas reglas que dictan su destino: proteger y guiar al equipo como capitán y no involucrarse sentimentalmente con nadie. Y nunca ha pensado e...