Mañana regreso a la universidad, y a pesar de que siempre ha sido mi día más esperado del año, en esta ocasión, los nervios me hacen no poder disfrutarlo del todo.
Volver a clases significa cruzarme de nuevo con Jenna, la que ahora no solo sabe que existo, sino que estoy en su camino como una piedra molesta. Sé que no está bien, desde que Chris me explicó su situación, veo las cosas de una forma diferente. La salud mental no es algo con lo que puedas jugar, y aunque no comprendo del todo la situación, confío en mi amigo, el que me ha prometido que lo ha solucionado todo.
No sé a qué se refiere con «todo», pero es cierto que ya hace días que no he vuelto a saber nada más de ella, y mi vida se ha tornado mucho más tranquila desde entonces, al menos hasta que he recordado que mañana nos veremos de nuevo.
La casa sin Winter parece vacía. Las flores ya no son tan coloridas, no huele a canela y chocolate, incluso Jasmine parece más ausente de lo normal. Hablamos cada noche, no hay ni una sola que no me llame para contarme lo que hace, todas las cosas que está viendo y planeando hacer un viaje para volver las tres juntas.
La escucho feliz, y aunque no tenerla cerca me mantenga con el corazón en un puño, me siento bien por ella, por ver cómo sus alas se alzan alto esta vez.
Preparo toda la ropa de la semana y organizo la mochila con todo lo necesario para las clases, mientras muevo las caderas al ritmo de "She looks so perfect" y la tarareo bajito.
—Pues no mueves nada mal el culo.
Me sobresalto al escuchar su voz a la espalda. Le fulmino con la mirada por el susto que me ha pegado y bajo el volumen de la música.
—¿Quieres que me quede tiesa del susto? —le reprocho con la mano aún en el pecho.
—Mira que eres exagerada —se sienta en la cama con una sonrisita—. ¿Ya ha vuelto Payton la necesitotenerlotodocontrolado?
—Me levanto temprano para poder coger llamadas antes de ir a clase, si no dejo toda mi ropa preparada pierdo mucho tiempo. Además, sabes que me gusta revisar mi mochila varias veces para estar segura de que no he olvidado nada.
—Pay, relájate un poco... —suspira dramática—. Me van a salir arrugas solo de escucharte, y nadie quiere eso.
—¿Estás ya preparada? —me cruzo de brazos.
—¿Es que no me ves? —sonríe satisfecha por su outfit con los colores de Los Ángeles Rams y las dos líneas que cubren sus mejillas—. Al menos una de las dos va perfecta para la ocasión.
Niego con la cabeza y tiro de su mano para sacarla a rastras de mi dormitorio.
—Si llegamos tarde tu hermano nos matará.
—A mi hermano le da igual si yo voy, solo le interesa saber que estás en las gradas —hace un mohín.
—No le da igual —aclaro completamente segura de mis palabras.— Se puso muy pesado con que quería que fuéramos las dos a verle.
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Seduce Me
RomanceMujeriego, inalcanzable y comedido. ÉL es jugador profesional de fútbol americano en Los Ángeles, con dos únicas reglas que dictan su destino: proteger y guiar al equipo como capitán y no involucrarse sentimentalmente con nadie. Y nunca ha pensado e...