35. Palabras mudas que no hacen falta ser pronunciadas

12.1K 699 161
                                    

—Son cincuenta dólares —extiendo la mano a la espera de que pague

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Son cincuenta dólares —extiendo la mano a la espera de que pague.

Recojo el dinero coche por coche mientras Jasmine y mi hermana siguen con el espectáculo. No solo ha aparecido Caden, sino que se ha traído con él a todo el equipo de Los Rams. Por lo visto, alguien que no me quiere decir —aunque seguro que tiene sus mismos rasgos—, le ha dicho que no nos estaba yendo muy bien, y ha obligado a todos los jugadores a venir solo para que lavemos sus coches, pero como mi vida es un chiste de mal gusto, HAN TENIDO QUE LLEGAR JUSTO CUANDO ME CREO VALIENTE POR PRIMERA VEZ EN MI VIDA. ¿Te das cuenta de la mala suerte que tengo? Estoy segura de que los chicos lo han visto todo, por la forma en la que ahora me miran, con las cejas tan curvadas que le llegan a la coronilla. Rhys no deja de mirarme las tetas aunque Caden lo haya amenazado de muerte unas cien veces, Chris está sonriendo, ajá, sonriendo, imagínate el espectáculo tan penoso que no habré dado, y Elliot... bueno, creo que ahora ya sí que es todo un adulto por mi culpa. Me he puesto tan roja que creo que me voy a quedar en este tono para siempre.

No puedo mirarlos a la cara ni cuando les pido por lo bajini que paguen. Que menos que le saque cincuenta pavos a cada uno por mi vergüenza. No va a ser suficiente para que lo olvidemos ninguno de los cuatro, pero si con eso pagamos el arreglo, habrá valido la pena.

—¿Haréis esto más a menudo? —pregunta Rhys mientras me pone varios billetes en la mano— Quizás me arruines, pero valdrá cada centavo.

—Rhys... —Caden le llama en tono amenazador apretando la mandíbula con fuerza.

Apenas los miro unos segundos. Casi que prefiero seguir bailando y que cualquiera de las dos venga a recoger el dinero. Me aclaro la garganta para atraer de nuevo su atención.

—Solo son cincuenta dólares —acabo de contar más de doscientos, ni aunque estuviera pagando el de todos me salen las cuentas.

—Pamela, esto ha sido lo más alucinante que he visto en la vida —saca un par de billetes más— Si Turner me llega a decir desde un principio que íbamos a ver no habría puesto tantas pegas para venir.

—Completamente de acuerdo con Rhys —Elliot se acerca nervioso y me deja varios billetes más sobre la palma.

No puedo dejar de mirar la cantidad de dinero que tengo en la mano. Jamás en toda mi vida he visto tantos billetes juntos, y mucho menos los he tocado. Pero no puedo dejar que hagan esto, estoy segura de que ha sido idea de Caden, les ha obligado a venir y fingir que están tan satisfechos con el trabajo que merecemos más. Los ha coaccionado para que yo me sienta bien, y debería estar feliz por eso, pero no lo estoy, porque resulta que estas cabezas huecas con espaldas fornidas y sexis son mis amigos, y lo último que quiero es que no puedan ser ellos mismos cuando se trata de mí.

—Ya vale —me cruzo de brazos— Tú —señalo con el índice a Caden— Déjalo ya. No puedes obligarles a venir hasta aquí y que finjan el papel de su vida. No necesito vuestra pena para pagar el coche. Son cincuenta dólares, ni uno más ni uno menos —los miro uno a uno con el dedo apuntando en sus direcciones.

Seduce MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora