capítulo 7.

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—¿Vas a querer o no?—preguntó con poca paciencia.

Zhanghao no sabía que contestar, no se había imaginado que Hanbin se drogaba y ahora estaba ahí ofreciéndole de aquella raya blanca.

—No—negó con la cabeza—Nunca lo he hecho.

—¿Y eso qué?—alzó un hombro—Con más razón deberías hacerlo, te estas perdiendo de lo bueno.

—No, estoy bien—le dio un tragó a su cerveza y desvió la mirada en cuanto Hanbin acercó su nariz para aspirar aquel polvo.

—Eres tan aburrido—se burló mientras pellizcaba la punta de su nariz—Aparentas ser más divertido.

Los demás a su alrededor soltaron una risita burlona y una chica rodó los ojos con molestia.

—Tenemos un santito—se burló.

Que no se drogará no significaba que no fuese divertido y Hanbin lo sabía, solo lo decía para presionarlo, pues quería corromper al pobre pelinegro que no tenía idea en donde se estaba metiendo.

—Bueno, solo un poco.—aceptó, no soportaba que los demás no le aceptaran y ese era su gran problema.

Pobre de Zhanghao.

—¡Eso es!—Hanbin sonrió victorioso—Solo tienes que inhalar por un lado y el otro debes taparlo.

—Okay—Zhanghao tenía miedo, no sabía que era lo que aquella droga iba causar en él, pero aún así lo hizo, acercó su rostro y inhaló con su pequeña nariz aquel polvo blanco, al instante sintió que le dolió, pues estaba seguro que no lo había hecho bien, pero a decir verdad no deseaba hacerlo.

—Bien—dijo Hanbin, Zhanghao observó que sus pupilas estaban dilatadas y entonces se preguntó »¿estoy haciendo bien en estar aquí con él?«

Hanbin estaba eufórico por el efecto de la droga, se movía de ahí para allá, bebía alcohol y platicaba con las personas que estaban ahí, ni siquiera le estaba poniendo atención a Zhanghao quien veía un poco borroso, pero estaba bien.

Por suerte un chico llamado Jay, quien ya conocía llegó para hacerle compañía.

—¿Tú? ¿sólo?—preguntó fingiendo asombro, pues era muy raro ver al pelinegro sin alguien besándole los pies.

—Me cansé de bailar y vine a sentarme un rato—mintió—¿Y tú?

—Pues, te vi desde donde estaba—señaló en la esquina—Y decidí venir a saludarte.

—Me parece bien—sonrió—¿Me traes algo de beber?

—A tus órdenes—contestó y se dirigió hacia la cocina para traerle algo.

Hanbin observó desde su lugar aquella escena y no le pareció para nada agradable, pues nadie que no fuera él estaría con Zhanghao esa noche, le dio un gran trago a su bebida y se acercó hasta el pelinegro.

—Ven conmigo—le jaló de las muñecas sin dejarlo decir nada y lo llevó hasta el baño, Hanbin cerró la puerta, empujó el cuerpo de Zhanghao contra ella y comenzó a besarlo salvajemente.

—Estas tan jodidamente caliente esta noche.—dijo mientras seguía besándolo y Zhanghao no lo apartó ni dijo una sola palabra, simplemente se estaba dejando llevar por él.

Hanbin apretó con sus dedos la pequeña y delgada cintura de Zhanghao, comenzó a rozar sus miembros por encima de la ropa, cosa que calentó de inmediato al pelinegro, Hanbin bajó su mano y apretó suavemente el pene de este, quien abrió la boca soltando un pequeño gemido que apenas pudo oírse.

cherry lollipop ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora