capítulo 12.

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—Hanbin.—habló Jiwoong.—déjame decirte que te admiro.

—Lo sé—contestó con arrogancia—Eres como un bebé que sigue mis pasos.

—Ya quisieras—golpeó su hombro—¿Qué harás con esa foto?

—Duh—contestó como si fuera lo más obvio—Voy a guardarla para mí.

—No vayas a ser tan maldito para enseñarla a alguien más.

—No—él era demasiado posesivo para dejar qué alguien más mirará el cuerpo de Zhanghao—Quiero mis cien dólares, ahora.

—¿Vas a compartirlos conmigo?—frunció los labios—Es demasiado.

—Es para recuperar todo lo que gaste con Zhanghao—exhaló el humo del cigarro—Necesito pagar la renta del departamento.

—¿Tu padre sigue ayudándote?

—Solo cuando se acuerda que tiene un hijo—se encogió de hombros en señal de desinterés—No me importa.

La madre de Hanbin los abandonó a él y a su padre cuando tenía cinco años, ella tenía un amante y prefirió irse dejándolos solos a ellos dos sin importarle ni un poco su pequeño hijo que le rogaba con lágrimas en los ojos que no lo dejara, después de eso ya nunca más volvió a verla. Claro que ahora sabía en donde estaba, su amante quien ahora se había convertido en su esposo ya que se separó del padre de Hanbin, la trataba horrible, le engañaba con otras mujeres, le golpeaba cada vez que se ponía borracho y a decir verdad no le daba ni un poco de pena por ella, se ganó una mala vida por qué así se lo busco, el karma es una perra.

Y él padre de Hanbin nunca volvió a ser el mismo padre amoroso que era, a partir del abandonó de su mujer se convirtió en un hombre amargado, enojado y lleno de rencor hacía las mujeres, jugaba con los sentimientos de ellas, les prometía el cielo y la tierra para después dejarlas como si no fueran nada. Si, así es. Hanbin aprendió todo eso de su padre, quién siempre se encargaba de repetirle una y otra vez que nunca se enamorara, que el día que lo hiciera iba a joderse la vida, que usara a las personas solo para su beneficio y qué jamás permitiera que alguien lo lastimara, es por eso que Hanbin era como era, se le había metido tanto a la cabeza las palabras de su padre que se lo creyó, el amor era una basura y preferiría hacer daño a que le hagan daño a él.

Cuando cumplió la mayoría de edad prácticamente su padre lo corrió de casa, dijo que no lo quería más ahí, que buscará un departamento para que viviera solo, por qué ya era todo un hombrecito, claro que al principio lo ayudaba pero con el tiempo se olvido de él dejándolo a su suerte. Jackson un amigo qué tenía desde pequeños le ofreció el trabajo en la tienda de tatuajes, ya que era perfecto para eso por qué era muy bueno dibujando, con el tiempo las personas reconocieron su talento y comenzaron a ir los fines de semana cuando él tatuaba, así que su paga era buena y con eso pudo sobrevivir hasta el día de hoy.

Y claro qué, solo en el fondo en lo más recóndito de su corazón le dolía todo aquello, pero no era capaz de aceptarlo, él se había convertido en un chico con el corazón hecho piedra.

—Si necesitas algo, lo que sea sabes que puedes contar conmigo—si, lo sabía, sabía que Jiwoong era su mejor amigo y que estaría ahí para apoyarlo.

El teléfono de Hanbin sonó indicando qué le habían llegado unos mensajes, sacó el celular de sus bolsillos y desbloqueó la pantalla para leerlos.

💬 Chaewon

Estoy sola en casa, ¿vienes? 

💬 Hanbin

Voy ;)

cherry lollipop ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora