cherry lollipop ✧ haobin

capítulo 55.

En cuanto habían terminado de comer su helado, dieron unas cuantas vueltas en el auto por la ciudad y ahora se encontraban estacionados fuera de la casa de Matthew.

—En verdad no sabía que habían cosas que me dolían tanto y creo que todavía hay más—dijo Jiwoong—Gracias por esto, Matthew.

—No me des las gracias, mi gatito—le pellizco el puente de la nariz ligeramente—Esto lo hiciste tú, ¿lo sabes, no?

—Pero fue tu idea, sin ti no hubiera tomado la iniciativa.—entrelazó sus manos—Eres lo mejor que me ha pasado, siempre has estado para llenarme de luz.

—Todo lo hago porqué te amo y quiero tu bien.—sonrió—Siempre quiero que te encuentres bien, estés conmigo o no.

—¿No estarás junto a mi?—preguntó con un poco de temor.

—No dije eso, pero uno nunca sabe lo que el futuro nos prepara.

A Matthew no le parecía que Jiwoong no pudiera vivir sin el, eso no debería ser así. Estaba casi seguro de qué si lo dejaba de nuevo dejaría de ir a las terapias y volvería hacer cosas malas, Matthew no quería ser indispensable en su vida, quería que tuviera las mismas ganas de cambiar y salir adelante no importando si él se encontraba en su vida, pero Jiwoong estaba tan aferrado y deseaba que la psicóloga le ayudara con eso. No significaba que no quería estar con Jiwoong, si por el fuera viviría toda su vida a su lado, pero como había dicho: "Uno no sabe lo qué el futuro nos prepara"

—No digas eso.—dijo con tristeza—Yo quiero estar contigo.

—Tranquilo bebé ¿si?—contestó mientras acariciaba su mano—Estaremos juntos.

—¿Qué harás mañana?—preguntó calmado, las caricias del pelinegro le tranquilizaban aún fueras mínimas.

—No lo se, tal vez salga en la tarde por ahí con Zhanghao, ¿y tú?

—Acompañare a Hanbin en la tienda de tatuajes y en la noche estaré libre.—contestó—¿Quieres ir al cine o algún lugar?

—Si bebé—le dió un beso en los labios—Te veo mañana.

—Te veo mañana.—respondió—Te amo.

Matthew salió del auto y se despidió con la mano de Jiwoong mientras sonreía, observó como se marchó y entró a su casa con mucha ilusión y felicidad. Su gatito (así le decía) por fin estaba cambiando y era para bien, ¿Qué más podía pedir? Solo que su relación funcionara.

✹✹✹

—¿Qué tienes, Yujin?—preguntó Yehee al ver a su hermano callado y con el rostro pensativo—Te veo raro, te conozco y se que algo pasa, ¿me quieres contar?

—Solo estoy pensando en tu propuesta, eso es todo.—contestó.

—¿Estas seguro?—preguntó de nuevo—Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿verdad?—el pelinegro asintió, sabía que era así pero ¿Cómo le decía a su hermana que quería a un chico, pero qué este estaba enamorado de otro? No tenía ganas de hacerlo.

—Iré a dormir, ¿esta bien?—se levantó del sofá y se despidió de su hermana con un abrazo—Te veo mañana, que descanses.

—Te quiero mucho—dijo ella, sabía que algo le pasaba pero no quería presionarlo—Sueña bonito.

Yujin entró a su habitación y se dejó caer sobre su colchón, se pasó las manos por el rostro con desesperación. No podía odiar a Matthew, no era su culpa, él sabía que su corazón le pertenecía a Jiwoong desde un principio y aún así se arriesgo, no podía hacer nada al respecto.