cherry lollipop ✧ haobin

capítulo 11.

—Aja, entonces tú ¿realmente le creíste?—río sarcásticamente—¿En serio Zhanghao?

—¿Qué acaso crees que no le puedo gustar a Hanbin?—respondió arqueando una ceja—¿Es eso, Matthew?

—No, yo no dije eso—hizo una pausa—A quien sea puedes gustarle, pero eso no quiere decir que tenga intenciones buenas.

—¡Ay, por dios, Matthew!—contestó irritado—Es mi problema ¿si?

—Zhanghao, tú sabes bien lo que te advirtieron sobre él—hizo el último intento por hacerle entender—Solo busca sexo.

—Bueno, pues tal vez yo también quiero sexo—se cruzó de brazos—¿Y? ¿no es lo mismo que hiciste con Jiwoong?

—No digas que no te lo advertí—resopló—Pero si, tienes razón, no puedo pedirte que no hagas algo, cuando yo lo estoy haciendo.

Ambos chicos estaban en un lío muy grande, atrapados por dos chicos que solo querían usarlos, pobre de ellos.

💬 Hanbin

¿Nos vemos esta tarde?

💬 Zhanghao

¿A donde iremos?

💬 Hanbin

¿Quieres ver una película en mi departamento?

💬 Zhanghao

Me parece bien, ¡Yo la escojo! ¿si?

💬 Hanbin

Como gustes y mandes.

Seguramente escogería una de sus patéticas películas de romance, pero no importaba, porqué Hanbin ya tenia planes para esa tarde y definitivamente no iban a ver la película.

—¿Ahora cree que están empezando a salir?—preguntó Jiwoong sorprendido y él peliazul asintió—¿Sabes? a veces me das miedo.

—Yo consigo lo que quiero, sea como sea—se encogió de hombros—Y estoy casi seguro que hoy voy a follármelo.

—¿Ah, si?—arqueó una ceja—De verdad no quería perder mis cien dólares, es mucho dinero.

—Lo lamentó amigo—colocó una mano en su hombro—Te dije que lo cumpliría.

—Y también dijiste que me traerías pruebas—le recordó—Y debes cumplir eso, si no cumples no podré creerte.

—Lo haré.

¿Por qué eran así? ¿Tanto mal debió hacer Zhanghao para qué estos dos se hayan cruzado en su camino? Bueno, había hecho llorar a muchas chicas y chicos al rechazarlos pero ¿Tan malo era?

Las clases habían terminado y Hanbin esperaba en su motocicleta al pelinegro, se estaba demorando en llegar así que encendió un cigarro para no perder la paciencia e irse. Por un momento creyó que se había arrepentido, pero lo vio acercarse con su mochila en los hombros y una paleta entre sus labios.

—Perdón por la tardanza—Matthew había hecho todo lo posible para que él no fuera pero este no quería escucharlo—Se me atravesó algo.

—Bien—exhalo el humo del cigarro por la nariz—¿Entonces nos vamos?

—¿No prefieres ir al cine?

—Me gusta más estar en la comodidad de mi casa, sin personas alrededor—respondió—¿Hay problema con ir a mi departamento?