cherry lollipop ✧ haobin

capítulo 48.

Como era de esperarse, Zhanghao recibió muchos regalos en la universidad y palabras de apoyo diciéndole qué estaban felices por qué nada malo le había pasado y por supuesto qué también le decían lo bien qué se veía con ese color de cabello. Y no pudo evitar sonreír ante todo eso, se sentía tan bien qué los demás se preocuparan, qué le dieran regalitos y sobre todo qué le halagaran, pero en cuanto vio a Hanbin mirándole de una forma qué no podía distinguir si era odio o tristeza, sintió una vez más ese maldito dolor en el pecho, le dolía tanto tener que verlo de nuevo. Pero claro qué no iba a demostrarlo, así qué ignoro por completo a Hanbin, dejó sus cosas en el casillero y se dirigió hasta su primera clase.

—¿Cómo estas?—preguntó Minho con una sonrisa, al fin se había armado de valor para hablarle.—¿Estas mejor?

—Si, no fue nada grave.—contestó mientras se sentaba en su asiento.—Gracias por preguntar.

—Es bueno saber eso.—respondió.—Te queda muy lindo ese color.—dijo refiriéndose a su cabello.—El otro también, pero más este.

—Gracias, que lindo.—Zhanghao sonrió y desvió su mirada hacía su teléfono, Minho quería llamar la atención de Zhanghao, pero no sabía como hacerlo, así que ya no dijo nada más.

Aunque Zhanghao había bloqueado a Hanbin de todas las redes sociales y hasta de llamadas, no podía evitar mirar la pantalla del celular a cada minuto por la costumbre que tenía de recibir un mensaje suyo como antes, pero eso no podía pasar...eso se había acabado. Durante las clases trató de poner atención a lo qué el profesor explicaba, pero en realidad no podía concentrarse, su mente solo podía proyectarle una cosa: Hanbin rogándole por su perdón. ¿Estaba siendo sincero realmente? Por más que quería pensar que sí, sabía qué Hanbin era experto en mentir, hacía que las mentiras parecieran verdad, era su maldito don. Y él ya no iba a creerle.

✹✹✹

—Hey, Sung.—habló Jackson.—¿Estas aquí?

—¿Qué?—preguntó Hanbin de mala gana.

—¿Qué te sucede?—frunció el ceño.—Te vez fatal, ¿estas bien?

—Si.—mintió.—Solo me desvele ayer haciendo unas tareas.

—Mmmh.—le miró con recelo.—Si tu lo dices, ¿vendrás a la fiesta de esta noche?

—¿Qué fiesta?

—En casa de Gunwook.—contestó mientras revisaba su teléfono.—Todos en la universidad irán.

—¿Por qué no estaba enterado?—preguntó Hanbin con el ceño fruncido.

—No lo sé.—se llevó el dedo índice al mentón.—¿Sera por qué no contestabas los mensajes?

—Da igual.—dijo molesto.—Iré.—Jackson sonrió por aquella respuesta, él no sabía por lo que Hanbin estaba pasando, nadie sabía qué en realidad se había enamorado como un tonto de Zhanghao, nadie tenía idea de qué estaba sufriendo.

Iría a la fiesta de Taerae solo por dos cosas: La primera es por qué habría alcohol y necesitaba ahogar sus penas, y la segunda era por qué probablemente Zhanghao estaría ahí, si podía verlo tan siquiera de lejos se sentiría mejor, aunque fuera una tortura no poder hablarle ni tocarle. Lo había visto en la mañana y le encantaba como se veía con ese cambio de look, se veía tan adorable y lindo, odiaba qué los demás se lo pudieran decir y el no. Moría por tenerlo entre sus brazos y decirle lo precioso qué era, ¿Es muy estúpido, no? Qué tuvo muchas oportunidades para decirle y nunca lo aprovecho.

—Entonces, te veré ahí.—dijo Jackson levantándose de su asiento para marcharse del salón.—¿Llevaras al chico de bonito trasero?—preguntó de forma burlona y Hanbin le vio con coraje.

—¿Qué te dije de hablar así de el?—preguntó molesto.

—Lo siento, es qué no recuerdo su nombre.—se defendió.—Lo siento, Sung.

—No, no iré con el.—desvió su mirada.—Ya no me importa, ya no me sirve para nada.

—¿Ya te aburrió?—preguntó Jackson—¿No qué te gustaba?

—No.—mintió.—No me interesa más.

—¡Sung!—sonrió enseñando los dientes.—¿Puedo intentar algo con él?

—Por supuesto que no, imbécil.—le miró con enojo.—Ni lo pienses.

—¿Por qué no?—frunció el ceño.—¡No seas envidioso!

—Mejor cierra el hocico antes de qué te lo rompa.—contestó y se marchó antes de que terminara golpeando a su amigo, Jackson se quedó confundido por aquello. ¿Desde cuando él era así?

Hanbin caminaba por el primer piso del edificio, sabía que ahí estaba el salón en donde Zhanghao asistía a sus clases de danza, abrió la puerta con cuidado de no ser visto y tal como creía, ahí estaba su chico pelinegro, o bueno, no era su chico, ya no. Todos estaban de espaldas ensayando un baile qué no distinguía el genero, en realidad no le importaba, solo podía concentrarse en Zhanghao, en lo lindo qué se veía bailando, se notaba qué era el mejor de su clase, nadie lo hacía como él, era tan perfecto. Su hermoso y delicado cuerpo se movía al ritmo de la música, era tan flexible y eso hacía que sus movimientos se vieran aún mucho mejor.

—¡Vamos, una vez más!—gritó el profesor volviendo a repetir la canción.—¡Háganlo mejor!—todos regresaron a sus posiciones y al empezar el sonido de la canción comenzaron los pasos de baile.

Hanbin estaba hipnotizado por los movimientos de Zhanghao, nunca había visto un chico como él, tan dedicado y con un talento increíble, su corazón latió deprisa al ver qué había sido descubierto, Zhanghao le había visto observándole y enseguida se detuvo, dejo de seguir con la coreografía sin poder quitar la mirada de Hanbin.

—¡Hey, Zhang!—le regaño el profesor.—¿Por qué paras?

—Lo siento—contestó quitando la mirada del peliazul.—Me distraje.

Hanbin salió del salón avergonzado, ¿Qué rayos hacía espiando a Zhanghao? Es que no podía evitarlo, necesitaba verlo y ahora qué lo había hecho sentía que su tristeza calmaba un poco y además le vio haciendo lo qué más le gustaba: Bailar, y lo hacía asombroso. Sonrió para si mismo por estar enamorado de un chico tan brillante, aunque lamentablemente ya no podía ser suyo.

✹✹✹

—¿Otra fiesta?—preguntó Zhanghao.—No, no creo ir, siempre termina mal.

—¡Vamos, Zhanghao!—hizo un puchero.—Nos vamos a divertir, lo necesitamos.

—Es cierto.—sonrió Yujin.—Debemos ir.

—Ustedes irán juntos—respondió.—Ustedes se van a divertir, no yo.

—¡Ay, por favor!—rodó los ojos.—Cómo si fuera tan difícil que consigas quien quiera ir contigo.—dijo Matthew.—Sabes qué cualquiera moriría por salir contigo.

—No quiero salir con nadie.—respondió.—No tengo ganas de ir, vayan ustedes, diviértanse.

—Estaremos contigo toda la noche.—habló el pelinegro.—No te dejaremos solo.

—¡Si, es verdad!—Matthew sonrió exageradamente.—¿Vamos, siiiiii?

—¿Y si esta Hanbin?—preguntó con desanimo.—No quiero verlo.

—Probablemente también este Kim Jiwoong.—contestó Matthew.—Pero ¿Qué importa? Demostremos qué estamos bien sin ellos.

—Esta bien.—dijo Zhanghao no muy convencido de su respuesta.—Tu ganas.

—¡Siiii!—dio saltitos de emoción.—La pasaremos muy bien, ¿verdad, Yujin?

—Eso espero.—contestó.

✹✹✹

¡gracias por leer!