cherry lollipop ✧ haobin

capítulo 5.

—¿Te dió sexo oral?—preguntó Jiwoong abriendo la boca en señal de asombro.

—El mejor que en mi puta vida me han dado.—respondió.

Hanbin le había contado a su amigo lo que había pasado el fin de semana, que Zhanghao llegó a la tienda a hacerse un tatuaje, para después darle una mamada y finalmente pedirle descaradamente que se vaya, esto último le pareció gracioso al rubio.

—Si yo fuera Zhanghao te habría pateado las bolas ahí mismo.—se burló.

—Estoy seguro que nadie le había hecho eso.—sonrió.—¿Qué esperaba? ¿Que le soltara cumplidos sobre lo bien que sabe chupar una polla?

Hanbin solamente se estaba cobrando por el tatuaje y las bebidas de aquella noche en la discoteca, y si, él era tan maldito.

—Como sea, aún tienes que conseguir follártelo—le recordó—O si no, me darás cien dólares que gastaré en drogas y no solo eso, perderás tu orgullo, Sung.

—Por supuesto que puedo hacerlo—todavía estaba seguro de que podría, tenía las ganas y quería demostrar que podía tener a quien él quisiera.

Y si, Zhanghao era deseado por casi toda la universidad y no cualquiera lograba tener algo con el, pero Hanbin no dudaba de sus encantos para ligar, estaba seguro de que podía meter en sus enredos al pelinegro, pues ya había conseguido que el chico le diera una mamada a unos cuantos días de conocerlo.

Después de sus clases de dibujo, buscó por todos los pasillos a Zhanghao, quién encontró solo en el salón de música.

—¿Qué haces aquí solo?—preguntó mientras entraba por la puerta y Zhanghao levantó su vista para mirarlo.

—¿Qué quieres?—preguntó, aún estaba molesto por lo que le había hecho, aunque no podía negar que aquello le había encantado.

—¿Cómo está tu tatuaje?—preguntó y sorprendió al pelinegro, ¿Había ido hasta ahí solo para saber cómo estaba?

—Está bien, lo estoy cuidando—apartó la mirada—Y estoy esperando a alguien.

—¿Ah, si? ¿a quién?

—No te importa, Hanbin—contestó con molestia—¿Puedes irte?

—¿Estas apenado o algo así porqué me diste sexo oral?—preguntó con diversión—Ya estás grande para actuar así.

—Por supuesto que no.—rodó los ojos.—Fue solo una mamada, no te sientas importante.

—La verdad hubiera preferido follarte ahí mismo—confesó y las mejillas del pelinegro se tiñeron en un color rosado.

—¿Qué pasó con el Hanbin caballeroso de la discoteca?—preguntó con fastidio.

—Lo estás viendo.

—Oh, pues, no estás actuando para nada caballeroso—Zhanghao se levantó de su asiento y tomó sus cosas dispuesto a irse de ahí, pero Hanbin se acercó a él y de un movimiento brusco lo estampó contra la pared y colocó ambas manos a los lados de su cabeza.

—¿A dónde vas?—arqueó una ceja—¿Me vas a dejar aquí solo?

—Tengo que ir a mi clase—respondió evitando la mirada del peliazul.

—¿No que estabas esperando a alguien?

—S-si, p-pero prefiero irme—se dio una palmada en el rostro mentalmente, ¿por qué estaba tartamudeando?

—¿Por qué estás tan nervioso?—Hanbin tomó su barbilla con los dedos e inclinó ligeramente el rostro de Zhanghao para que sus miradas se encontrasen.

—No estoy nervioso—Zhanghao tragó saliva—Aléjate.

—En estos momentos lo menos que quiero es alejarme, así que, ¿me dejas darte un beso?—preguntó mientras bajaba su mirada a los labios de esté y se relamía los suyos.

—No—contestó en un hilo de voz.

—¿Estas seguro?—se acercó lentamente a los gruesos y rosados labios de Zhanghao quien rápidamente cerró los ojos para recibir el beso, Hanbin sonrió y cortó la distancia entre sus labios para comenzar a besarlo caótica y salvajemente.

Hanbin metió una mano por dentro de su camiseta y la deslizó con habilidad hasta su espalda para pegar más sus cuerpos, Zhanghao estaba atrapado entre la pared y el cuerpo del chico, después de un rato de besarse se separaron por falta de oxígeno, ambos tenían los labios rojos e hinchados por la rudeza del beso y las respiraciones aceleradas.

—¿No qué no querías?

—Ay, cállate ¿si?—respondió enojado.

—Eres tan jodidamente caliente—Hanbin tomó la pequeña mano de Zhanghao entre la suya y la bajo dejándola encima de su miembro por encima de los pantalones—¿Lo sientes? Tú me pones así de duro.

La respiración de Zhanghao se aceleró y apretó sus piernas comenzando a sentir que su polla se despertaba, se relamió los labios para después volver a estamparlos contra los del peliazul, mientras sus lenguas rozaban y el beso se volvía más intenso, Hanbin tomó por los muslos al pelinegro y lo cargó hasta dejarlo encima del escritorio, separó sus labios y comenzó a besar y chupar su cuello.

Zhanghao estaba dejándose llevar por el placer, demasiado lejos de pensar en las consecuencias, normalmente era él quien provocaba a los demás, pero Hanbin lo estaba provocando, estaba tan excitado que comenzaba a dolerle en la entrepierna, el peliazul comenzó acariciar sus caderas para después bajar su mano y meterla dentro del pantalón, pero no de su ropa interior y comenzó apretar el miembro de este, provocando que gimiera en su oído, Hanbin al ver lo que causaba en el chico apretó con más fuerza y bajó un poco más hasta tocar los testículos de Zhanghao, cosa que le volvió loco.

—Aaah-h, Hanbin—gimió—Bésame, ¿si?

Hanbin no obedeció, sólo siguió jugando con el miembro erecto del chico, quien estaba desesperado por qué metiera la mano y sacara su polla que goteaba líquido preseminal.

—¿Quieres que masturbe tu linda polla?—preguntó y atrapó el labio inferior de Zhanghao entre sus dientes para después chuparlo.

—S-si—contestó en un hilo de voz y Hanbin sacó la mano de su pantalón dejando un frío vacío en él pelinegro.

—Ve a mi casa esta noche.—le dijo en el oído y se retiró de ahí, dejando a Zhanghao con el pene erecto, completamente frustrado.

Le había dejado con las jodidas ganas, al fin Zhanghao sintió lo que siempre le hacía a otros, le dolía ahí abajo, su pene estaba muy duro y no tuvo más opción que pensar en su abuelita desnuda para que este bajara, cuando finalmente lo consiguió (Ya que la imagen era desagradable) salió del salón con las mejillas coloradas, maldijo a Hanbin en voz baja.

Y claro que no iba a ir su casa, ¿o sí? 

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¡gracias por leer!