capítulo 22.

647 70 12
                                    

Al día siguiente, cuando Hanbin despertó se dio cuenta de qué no estaba en su departamento, estaba en el de Jiwoong, ¿cómo había llegado hasta ahí? quién sabe. No se acordaba de nada, a excepción de lo que había pasado con Zhanghao, rápidamente sintió una sensación extrañaba en el pecho pero lo ignoró, se levantó de la cama con pereza sintiendo que la cabeza le iba a explotar del dolor, salió del cuarto esperando ver a su amigo pero este no estaba, tomó su celular y leyó el mensaje de Jiwoong diciéndole qué había ido a desayunar con Matthew y que su moto estaba estacionada afuera, él peliazul hizo una mueca de desagrado y se puso sus botas negras para irse de ahí.

Y claro que no iba a dejar a Zhanghao así de fácil, lo primero que haría era pasar a su casa a "pedirle perdón" por supuesto qué no lo sentía, no se arrepentía de haber follado con esa chica, de lo único qué se arrepentía era de no haber sido precavido y no pensar que habían muchas posibilidades de que Zhanghao asistiera a esa fiesta.

Cuando llegó a la casa de esté, apagó el motor de su vehículo y bajó para dirigirse a la entrada a tocar el timbre, justo cuando recordó que la probabilidad de qué los padres de Zhanghao estuvieran en casa eran muchas, ya era muy tarde pues la madre del chico ya había abierto la puerta.

—¿Hola?—dijo ella al ver al chico peliazul ahí parado—¿Qué necesitas?

—¿Eh?—preguntó como si de repente se desconectara del mundo pero al instante reaccionó—Ah, si, disculpe, ¿está Zhanghao?

—¿Quién lo busca?—preguntó ella con la ceja arqueada, sabía quién era él.

—Hanbin—contestó sin ganas de seguir hablando con ella, no quería presentarse, no quería jodidas preguntas de su parte, solo quería ver al chico.

—Un momento por favor—cerró la puerta para ir a buscarlo.

Después de cinco minutos, Zhanghao bajó y salió de la casa cerrando la puerta tras de sí, tenía los ojitos hinchados de tanto llorar y el cabello hecho un desastre.

—¿Qué quieres Hanbin?—preguntó con enojo—¿Vienes a seguir burlándote de mi?

—Vengo a decirte qué lo siento, no estaba en mis cincos sentidos.—Aunque eso era cierto no quería decir qué no estuviera consiente de lo que hizo, por qué si, claro que quería follarse a Chaewon.—Yo te prometí que no estaría con nadie más, no haría eso si estuviera consiente.

—¡Ay, por favor!—soltó una carcajada—Ya deja de mentir, ¿a casó esa chica te violó? no lo creo, se notaba qué lo estabas disfrutando.

—Yo solo disfruto estar contigo, no me importa ella ni nadie más, solo tú Zhanghao—le tomó de las manos—Créeme.

Él sabía cómo manipular a las personas, sabía cómo hacer que sus mentiras parecían verdades, pero esta vez Zhanghao no iba a escucharle. Aunque quisiera y por dentro deseaba hacerlo, estaba ya muy lastimado.

—Hanbin solo vete—se soltó de su agarre—No quiero verte más.

—Zhanghao, no seas así...

—Habló en serio, no quiero qué vuelvas a buscarme—aguantó las ganas de llorar de nuevo—Solo sigue acostándote con quien quieras, no me importa, pero conmigo ya no.

—¿No dijiste que me querías?—trató de manipularlo—¿No dijiste que eras mío?

—Yo te quiero, pero tú a mi no.—contestó con la voz quebrada.—Yo era tuyo, pero tú no eres de nadie.

Hanbin colocó una mano en su cintura y lo acercó hasta él, tomó sus mejillas con la otra y le obligó a mirarlo.

—¿Quieres qué esto realmente se termine?—preguntó con aquella mirada que tanto le gustaba—Dime que sí, que quieres que te deje ir para siempre y lo haré.

Zhanghao tragó saliva y le dolió hasta el alma pensar en los días sin Hanbin, sin sus besos, sin sus caricias, no quería estar sin él pero tampoco quería que siguiera jugando con él. Ya no quería ser solo sexo, quería que él peliazul le jurara qué iba a cambiar, qué lo intentaría, pero eso no iba a pasar y de repente sintió celos por su amigo Matthew.

—Si, quiero que te alejes de mi para siempre.—respondió mientras una lágrima caía por su mejilla.—Quiero que me dejes ser feliz con alguien más.

—¿Crees qué podrás ser feliz con alguien que no sea yo?—preguntó con una risa irónica.—Estás enamorado de mi Zhanghao, estás llorando por qué quieres estar conmigo, no con alguien más.

—Eres tan maldito Hanbin,—le golpeó en el pecho.—Sabes que me tienes, sabes que muero por ti, incluso sabes qué me estás haciendo daño y aún así no paras.

Ya no pudo contenerse y dejó escapar todas las lágrimas que estaba reteniendo mientras golpeaba una y otra vez a Hanbin en el pecho, él peliazul le agarró por las muñecas y lo besó tan delicadamente que a Zhanghao le costaba detenerlo, él besó se mezcló entre sus salivas y las saladas lágrimas del pelinegro.

En ese momento sintió qué todo lo que había dicho estaba a punto de ser olvidado, solo de sentir sus labios contra los de él le daban ganas de decirle a Hanbin qué no le importara que jugara con él, qué prefería sufrir a su lado con tal de tenerlo, pero gracias al cielo que la alarma de su cabeza comenzó a sonar una y otra vez haciéndole ver que estaba haciendo mal, separó a Hanbin de un empujón y lo abofeteó tan fuerte que dejó roja su mejilla al instante.

—¡Púdrete maldito imbécil!—le gritó enojado.—¿Quieres un consejo? Usa condón cada vez que te folles a cuánto se te ponga enfrente, sería una pena que te mueras de sida.

Zhanghao lo miró con asco, se dió la vuelta y le cerró la puerta en la cara.

—Joder.—soltó Hanbin para si mismo mientras se sobaba la mejilla, aquello último qué le había dicho le dejó pensando, sabía que era verdad, aunque siempre usaba condón habían veces qué se le olvidaba por completo, como en la noche anterior con Chaewon.

Ahora es cuando empezaba a creer que en realidad lo había arruinado, qué Zhanghao ya no quería estar con él y eso le ponía desesperado. ¿Qué iba hacer con la obsesión que sentía por él? Por qué eso era, obsesión. No era amor, no estaba enamorado de Zhanghao. ¿O si?

Aunque así fuera, no le importaría. Él no iba a cambiar por nadie, ¿Para qué le iba a servir el maldito amor? Para nada, solamente para joderlo, lo tenía muy en claro. 

✹✹✹

¡gracias por leer!

cherry lollipop ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora