capítulo 23.

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Zhanghao no había dormido bien la noche anterior, tenía los ojos rojitos e hinchados de tanto llorar, aún así hizo lo posible por arreglarse lo mejor que pudo, nadie tenía por que enterarse de que estaba sufriendo por un completo imbécil. Pasó toda la madrugada escondido bajo sus sabanas con miles de pensamientos autodestructivos y es qué de todas las maneras que existían de perder la dignidad eligió enamorarse de un corazón vacío y fracasar al intentar llenarlo con el suyo.

De todos modos no era tarde para seguir con su vida. Si, se había enamorado hasta los huesos de Hanbin, pero eso no quería decir que no iba a poder olvidarlo, así como termino loco por él en tan solo poco tiempo, así mismo iba terminar odiándole. Aunque siendo sincero consigo mismo sabía que eso le iba a costar, incluso en esos momentos lo único que deseaba era ver a su chico peliazul que tanto le gustaba.

Hanbin era como su droga y una vez qué lo probó ya era muy difícil dejarla, no sabía de qué diablos estaban hechos sus besos, pero eran tan jodidamente adictivos, sus caricias, la forma en que le hacía el amor, bueno, no era amor. Era sexo.

Era tan triste... qué le perdonara el amor por confundirlo con Hanbin.

—Lo siento tanto Zhanghao, no voy a decir qué te lo dije—hizo una pausa—Aunque si te lo dije, pero no es momento de eso, estoy aquí para apoyarte.

—Gracias Matthew—soltó un gran suspiro.—Ya no hablemos de eso ¿si?

—Esta bien—sonrió sintiendo lastima por su amigo, él sabía lo mucho que estaba enamorado del imbécil de Hanbin y si pudiese retroceder el tiempo para evitar que se conozcan lo haría sin pensarlo.

De pronto alguien tapó los ojos de Zhanghao con su mano sin dejarle ver nada, inmediatamente Matthew sonrió al ver de quien se trataba.

—¿Quién es?—preguntó él pelinegro sin obtener respuesta—Matthew, ¿quién es?

—Soy yo.—respondió Yujin con una gran sonrisa qué por supuesto Zhanghao no pudo ver.—Te he traído un regalo.

—¿Qué cosa es?—preguntó con emoción, por un momento se le olvido qué le dolía el corazón, pues amaba los regalos.

Yujin quitó su mano del rostro de Zhanghao y se puso enfrente de él con unas flores rosas entre sus manos, claro qué la intención del pelinegro no era aprovecharse de la situación, simplemente quería hacerle ver qué él merecía todo lo mejor, qué merecía alguien qué le demostrara todos los días lo mucho qué valía y lo especial que era. Pero al ver las lágrimas que comenzaban a salir de sus ojitos, se dio cuenta que tal vez no fue buena idea hacer eso. >>¡Bravo Yujin!<< se regaño mentalmente.

—¡Lo siento, lo siento!—se disculpó por llorar—Es qué estoy tan conmovido.

¡Gran mentira! estaba llorando porqué hubiese deseado que Hanbin fuse quién le regalará flores. Y no es qué no apreciara el detalle, Yujin era un chico muy lindo y tierno, pero él estaba enamorado de Hanbin y eso no iba a cambiar de la noche a la mañana por más que así lo quisiera.

—¡Me encanto!—sonrió con esfuerzo mientras borraba sus lágrimas con el dedo índice—Muchas gracias, eres tan lindo.

—¡Qué lindo detalle de tu parte Yujin!—sonrió Matthew exageradamente—Son tan lindas, a Zhanghao le encanta el color rosa.

—Se qué estas pasando por un mal momento, no quiero que pienses que estoy tratando de aprovecharme de eso—dijo con un poco de pena—Solo las vi y pensé en ti.

—¡Oh, no te preocupes!—aseguró—Te agradezco que pienses en mi, en serio, eres tan tierno.

—¿No les gustaría ir hoy al parque de diversiones?

—¡Sería genial!—contestó Matthew con emoción.

Zhanghao lo pensó unos segundos y termino aceptando, él mundo no se iba acabar solo por culpa de Hanbin, él tenia que continuar con su vida y qué mejor que salir a distraerse, además a él le encantaba el parque de diversiones.

✹✹✹

—¿No te importa?—preguntó Jiwoong mientras respondía los mensajes de su novio—¿Ni un poco?

—No—Hanbin se encogió de hombros—Es una lastima que mi juego se haya terminado, pero Zhanghao no me importa.

—Escuche que un chico le llevó flores—apartó la vista de su aparato para ver la reacción del peliazul—¿Eso no te molesta?

Hanbin tensó la mandíbula, claro qué le molestaba que alguien más estuviese detrás de lo que era suyo. (aunque ya no estaba tan seguro de eso) pero aún así, por supuesto que no iba a permitir qué nadie más intentara conquistarlo.

Sabía quién era la persona qué le dió las flores, había visto a Yujin con aquellas en la mañana y por mucho qué le hubiera gustado agarrarlas y tirarlas a la basura no pudo, ya qué estaba siendo sermoneado por un profesor.

Para su suerte, él pelinegro caminaba por los pasillos cerca de ellos, Hanbin se levantó de su asiento y se dirigió hasta él.

—¿Te puedo ayudar en algo?—preguntó Yujin sin perder la educación.

—Te lo voy a decir una sola vez y no pienso repetirlo.—lo miró intimidante.—No quiero que te acerques a Zhanghao.

—¿Qué?—preguntó incrédulo y soltó una risita sarcástica—¿Qué derecho crees qué tienes de pedirme eso?

—Zhanghao es mío—lo miró con odio—A menos qué no quieres problemas conmigo, hazme caso y aléjate de él.

—Con todo respeto Hanbin—habló él pelinegro con paciencia.—No voy hacerte caso. Zhanghao no es tuyo, él no es un objeto ¿Entiendes eso?

—Vas hacer qué pierda la maldita paciencia, carajo—pasó las manos por su cabello con desesperación—¿Quieres tener un jodido ojo morado en tu asqueroso rostro?

—¿Me estas amenazando?—preguntó con asombro, efectivamente Hanbin era un imbécil y lo estaba comprobando—¿Vas a pegarme, Hanbin? Adelante, hazlo.

Claro qué Hanbin era más fuerte que él, pero si se trataba de Zhanghao no le importaba terminar con el labio roto, un ojo morado o incluso dos.

—¿Estas enamorado de Zhanghao?—se burló—Si, claro que lo estas.

—Eso no te importa—respondió con valentía—Esta claro que tú, no lo estas, que solo le usaste para tu beneficio, ¿o acaso me equivoco?

—Me vale un carajo qué estés tras de él.—se encogió de hombros mientras reía con malicia.—¿Sabes qué él esta completamente loco por mi? A él le encanta que me lo follé, si tan solo escucharas sus gemidos. Dios es tan sexy, lastima qué nunca podrás escucharlos.

Claro qué las intenciones del pelinegro no eran esas, pero sintió qué la sangre le hervía al escuchar a Hanbin hablar de una manera tan desagradable de Zhanghao, sin pensarlo se abalanzó contra él haciendo que Hanbin cayera de espaldas al piso, quién enseguida se levantó y empujó a Yujin provocando que ahora esté cayera en el piso, se colocó encima de él y comenzó a dejar todo su enojo contra él , su puño golpeaba una y otra vez el rostro del pobre chico mientras los demás estudiantes comenzaban a rodearlos en un círculo animándolos a seguir peleando, otros grababan aquella escena qué por mucho Hanbin estaba ganando. 

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¡gracias por leer!

cherry lollipop ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora