LIBERTAD DEL AMOR

42. ENVUELTO POR EL PASADO

CAMERON CROWN

Enjuago mi rostro una última vez.

Tomo la pequeña toalla de manos y la paso por mi cara. Por más que quise controlar mis lágrimas, la impotencia del suceso que minutos atrás había atravesado Nick era imposible tratándose del pasado que ha lastimado a más de uno. Doy un fuerte suspiro y vuelvo a mi postura antigua. Esa misma que creó mi padre para protegerme de todo lo que lastime y capaz de soportar cualquier situación difícil. Si bien, había venido por una razón de poder liberarme con mi hermano de ese personaje que he tomado por muchos años desde que era un niño de trece años. En estos momentos, podía esperar. Lo único que importa es el bienestar y salud mental de mi hermano. Salgo del baño y encuentro a Tomas que no dejaba de dar vueltas de un lado a otro como un mismo maniático. Sus ojos al igual que los míos se encontraban enrojecidos, la única diferencia es que Tomas no sabía reprimir sus sentimientos de angustia y tristeza.

Luego de tan dramático suceso, el menor de los varones vino al departamento para poder inyectarle unos tranquilizantes a Nick y así pueda descansar.

—¿Ahora sí me vas a decir lo que pasó? —preguntó preocupado al verme.

—Nada que debas preocuparte. —evado su pregunta, lo último que iba decirle es la verdad. Hay secretos en la familia que es mejor guardarlas y callar.

—¿Nada? Estaba alterado cuando lo encontré y no dejaba de repetir el nombre de Calvin. —mirándome fijamente.

—Tomas hay asuntos que es mejor no sepas. —lo miro del mismo modo.

—¿Cómo cuáles? ¿Qué enviaron a ese chico inocente a la cárcel? —me confrontó.

—Joder. Baja la voz. —lo tomé del brazo con fuerza para llevarlo afuera del departamento. —¿No te das cuenta que Nick te puede escuchar?

—Solo respóndeme una cosa. —formándose sus ojos cristalinos, —¿Fue idea de Carlos, enviar a un inocente a la cárcel?

Paso con dificultad.

A pesar que mi hermano esperaba la respuesta que deseaba escuchar, mi mirada fijamente a la suya sin despegarla le confirmó todo lo contrario. Volteándose frente a la pared y darle fuertes golpes mientras chillaba de frustración.

—Tomás, detente. —le ordené, deteniéndolo con fuerza.

—Es que ahora ya no conozco mi familia. —dándome palmadas sobre mi torso, —Siento que mi vida es una puta mentira.

—Escúchame una cosa. —tomándolo con fuerza el rostro, —Yo tenía que protegerlo, así como también lo hubiera hecho contigo o con Chloe porque soy su hermano mayor.

—Tal vez no fue la manera correcta pero no es hora para reproches, no en este momento. —le supliqué.

—Se suponía que iba ser una navidad especial para él. Aquí en Inglaterra con nosotros, su familia. —observando el desliz de sus lágrimas que limpié enseguida.

—Tomas, debes de aprender que las cosas no son como uno quiere. —separándome de él, —O sino ve mírame.

—¿Lograste decirle tu secreto?

—Lamentablemente aún no. —resoplo con fuerza, —Y es mejor que por ahora no lo sepa. Sea cual sea su reacción, lo último que me gustaría es alterarlo.

—Él te aceptaría, así como lo hicimos los abuelos y Chloe.

—Eso no lo dudo. —dándole una sonrisa desgana.

—Por momentos me pongo a pensar ¿Cómo es que no lo vi venir? Nunca te vi salir con chicas y mucho menos has tenido novia. Pensé que sólo vivías para el trabajo y las empresas familiares. Realmente lo escondiste muy bien durante estos años.