Londres, Inglaterra.
Se avecinaba la más grande tormenta de nieve del mes de febrero, las personas debían estar en casa resguardándose del frío, con una caliente calefacción o chimenea y bebiendo de un chocolate caliente. No en todos los casos resultó así, lo único que calentaba mis entrañas era el desliz del whisky bajando por mis cuerdas vocales para seguir su curso hacia mi estómago. Debía guardar la postura para lo que se avecinaba. Lo que trajo consigo el atentando frente a una de las entidades públicas más importante del país; provocado por las personas que manejaban prácticamente la economía de la nación realmente me recordaba que mi puesto aquí no es más que ser un simple lavaperros de la élite Londinense.
—Ya van treinta minutos de retraso. —dijo furiosa la mujer tan refinada, esposa de uno de los hombres más importantes de Inglaterra. —Y tu jefe no ha llegado.
—El señor Crown, es una persona muy ocupada de seguro ya debe estar viniendo.
—¿Qué me asegura que va a venir? —preguntó el más joven de la sala.
—Simon Jean, no me extrañes mucho. —se escuchó la voz del empresario más poderoso de Inglaterra. Su fortuna compite incluso con la corona inglesa, estimada de un billón de dólares que ha ido recaudando a lo largo de su vida. A sus cincuenta y cinco años lo convierte en uno de los personajes más ricos, gracias a su imperio petrolero que posee a nacional y global. —Si mas no lo recuerdo, nos encontramos en esta situación por tu culpa.
—O quise decir por la de tus jefes. —mirando a la pareja de esposos. Los Bayle.
—El día que sientas el dolor de perder a un hijo, vas a entender que un padre es capaz de todo con tal de hacer justicia con sus propias manos. —se levantó de su asiento el señor Bayle.
—Y terminaron matando a un inocente. —soltó unas risitas sarcásticas.
—Te recuerdo que teníamos un trato Carlos. —añadió serio el esposo, —Tú te encargarías de limpiar todo el desastre del atentado a cambio de la mitad de las acciones de nuestra empresa.
Su máximo anhelo, estaba por suceder. La obtención de la mitad de las acciones de su competencia directa, lo convertiría dueño de las dos marcas más consumidoras e importantes de toda Inglaterra. El único mercader con gran impacto dentro del monopolio petrolero llevando así el control significativo sobre los precios sin ninguna competencia que le impida prosperar dentro del ámbito comercial. Lo que él consideró en su momento que Nick le había arrebatado tras la muerte de Heather ahora la desesperación y el miedo de los padres de ella se lo estaban por devolver.
—Y créeme que lo haré. —los tranquilizó.
—Pues no parece porque tu hijo Cameron lo incriminará a Simon Jean y eso podría perjudicarnos. —añadió preocupada la mujer.
—¿Qué te puedo decir? —dijo jocoso, —El pelirrojo resultó ser el santo de los pobres.
—No estamos para bromas Carlos Crown. —se molestó el hombre.
—Hudson se encargará de tramitar un cambio de identidad para que Simon Jean empiece su vida en Bangladesh antes de que inicien un proceso de investigación en contra suya y llegue hacia ustedes.
—Señores Bayle, ustedes no pueden hacerme eso. No me quiero ir del país y menos separarme de mi familia. —les suplicó, —¡Yo solo hice lo que estuvo a mi alcance para que el imbécil de Nick pague por todo lo que hizo! ¡Jamás quise que ese hombre muriera!
—Simon, tranquilo. —se acercó Oliver Bayle para tomarlo del rostro y calmarlo, —Solo será por un tiempo hijo.
—¡No! —le tiró la mano, por un lado, —Ustedes me aseguraron que Marcus Ly, no iba a declarar, pero jamás imaginé que iban a matarlo. ¡Me mintieron!
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LIBERTAD DEL AMOR
Подростковая литература[Drama/Romance] [Concluido][Booktrailer disponible] Todos en algún momento hemos escuchado sobre agencias de trabajos en el extranjero. Au Pair, es un claro ejemplo de eso. La famosa agencia de niñeras, que se encargan de brindar el servicio de cuid...