LA PERRA QUE MANDA
‗‗‗‗‗‗‗‗‗‗‗☣‗‗‗‗‗‗‗‗‗‗
AVA
Las puertas del elevador se abren y acomodo la tiara en mi cabeza antes de salir y chocar miradas con el hombre parado al lado de la columna.
¿Qué hace aquí? Miro a las puertas de salida con miedo y si, allí esta Donimik esperándome, el matón de Hannibal mira su reloj e intento seguir de largo ignorando al sujeto que se mueve cuando lo hago.
Me persigue y esto se pondrá feo y me ven a su lado.
—Ava espera—camino, tengo miedo, ellos dos ya tuvieron un enfrentamiento y se conocen. No sé qué pueda pasar si lo ve a mi lado y por eso apresuro el paso sintiendo la presencia detrás de mí.
—No vayas, espera—pide.
—Vete de aquí—miro atrás sin detenerme—no quiero meterte en problemas, por favor vete.
Le suplico con la mirada, este es mi problema y no quiero involucrarlo.
—Espera mujer, esto es peligroso—sacudo mi cabeza.
La mano de Flechas no me deja avanzar y me suelto, pero me lleva detrás el árbol artificial. Insiste, pero la decisión esta tomando.
—¿No voy a convencerte verdad?
—Así es—digo con firmeza y da un paso hacia mí, sujetando mi mentó con delicadeza, mis ojos se conectan con los suyos inevitablemente y me sonríe.
—Tu belleza femenina es tu mejor arma—me dice—domínala porque puedes ser tan peligrosa como quieras y tan letal como lo desees, ya que, si el hombre invento el fuego, la mujer invento como jugar con él.
Entiendo.
—Gracias—digo sinceramente.
—Te enfrentas a demonios, ellos tienen el poder y el dinero, pero la seducción para una mujer es un dulce néctar que, si se sabe utilizar, envenena.
Asiento dedicándole media sonrisa, Flechas es del tipo de persona que te genera confianza y por alguna razón sientes que puedes contar con el, siempre.
—¿Quien te dijo esa frase?
—Mi mama—sonríe y se le puede notar el orgullo cuando la menciona.
—Al parecer era una mujer muy sabia—miro a las puertas y Donimik da la espalda hablando por teléfono.
—Era bastante tétrica y estricta, pero una buena madre—sonríe antes de acariciar mi mejilla—sea lo que sea que vayas hacer cuídate.
Tomo su mano dándole un leve apretón mientras suelto el aire resignada.
—Sé que le eres fiel a Dracco, pero no le digas nada, no le comentes nada.
—Ava.
—Por favor es mi problema—le suplico—además las cosas entre los dos quedaron claras y no lo quiero volver a ver nunca más en mi vida.
Asiente y el recuerdo me quiere sacar lágrimas, me baja los hombros con la tristeza repentina que me invade, pero parpadeo varias veces recomponiendo mi postura.
Me empino a darle un beso en la mejilla y avanzo a la salida segura. Le sonrió al vigilante y la chica de la recepción que siempre son amables, Las puertas se abren y aparecen mis amigas. Viola con Dana agarradas de gancho riendo, me miran y entienden todo. No digo nada siguiendo de largo, mi forma de ir vestida y el hombre que me espera afuera deja las cosas más que claras.
ESTÁS LEYENDO
ADICCIÓN
RomanceComplot, Alianzas, Rivalidad, Amores prohibidos, Asesinatos, Escenas eroticas e Investigaciones criminales. Tras tres años fuera de Nueva York, Dracco McFinnigan regresa a su ciudad alzándose como nuevo presidente de la constructora familiar, revivi...