JUEGO FINAL
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PARIS
Ajusto los botones por los ojales mientras me observo en el espejo. Mi cabello tiene fijador y voy por el saco que combina con el atuendo de tres piezas que siempre me queda a la perfección.
Me duele la cabeza, no he dormido bien estos días y todo se junta con la muerte de mis hermanas. Perderlas, fue un duro golpe, una herida que no se cerrara jamás y más cuando murieron en extrañas condiciones.
Pero, tiempo a llorarlas o lamentarme no tengo cuando estoy metido en un problema que puede llevarme a la cárcel por mucho tiempo y dejar en la ruina a mi familia.
Eso no me lo perdonaría jamás y especialmente, darle el gusto a Dracco de verme como siempre lo ha querido. Derrotado.
Respiro profundo y no sé que es esto que me quema por dentro, no tengo palabras para describirlo, porque cada que pienso en él, la sangre me hierve, el pecho arde, la cabeza duele.
Y solo quiero matarlo.
Mis emociones se tornan oscuras, mis pensamientos perversos y no veo más allá del hecho de querer un día verlo de rodillas a mis pies, pidiéndome perdón por todas las humillaciones que me ha causado.
Siempre pude soportar que me ganara en cada competición, pero jamás le voy a perdonar que me quitara y tocara a la mujer que amaba.
Bianca. Aun la recuerdo, no la olvido, pese a saber que la mujer que ahora quiero y perdí por idiota es Ava.
Ava, ¿la amo? no, no la amo, simplemente es el orgullo que no me permite dejarle el camino libre a Dracco y termine ganándome como siempre lo hace.
Hannibal la desea y ya no tengo oportunidad, lo que sucedió en el despacho quedo claro y se que no quiere verme jamás.
—Señor—es la empleada—la familia lo espera para desayunar.
—En unos minutos estoy con ellos—contesto, terminándome de organizar.
Salgo de mi habitacion encontrándome con mi familia reunida en la mesa.
Cesar, Novak, Viktoria. Blass, Cameron y mi abuela Maitane. Es madre de mi padre Cesar y nunca a soportado a mi madre Viktoria.
Se tratan pésimo y es algo que siempre ha atormentado a mi padre.
—Buenos días—saludo amablemente, pero veo que mama esta de muy mal humor.
Maitane se ha sentado en el otro extremo que es el puesto que regularmente ocupa mama.
—Buenos días hijo—contesta mi abuela y me acerco a darle un beso en la mejilla.
La quiero, siempre ha sido amable y cariñosa con todos nosotros. Mi hermano y mis tíos contestan, al igual que me padre, menos Viktoria que se lleva un trozo de fruta a la boca.
Tomo asiento al lado de mi tío Blass, viendo que el orden ha sido alterado porque los hermanos de papa están a mano derecha e izquierda de mi padre y mama está sentada después de Novak.
Esto es obra de la abuela Maitane. Y nada odia mas mi mama que vengan a imponerse y la hagan a un lado. Se desayuna en silencio, es tensionaste el ambiente, no solo por la pérdida de mis hermanas, mi abuela pone todo mucho peor con las constantes discusiones entre ella y mi madre.
—¿Paris, me puedes explicar en que momento te enredaste en tantos problemas legales? —pregunta mi abuela.
—Es complicado abuela y no quiero hablar de eso.
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ADICCIÓN
RomansaComplot, Alianzas, Rivalidad, Amores prohibidos, Asesinatos, Escenas eroticas e Investigaciones criminales. Tras tres años fuera de Nueva York, Dracco McFinnigan regresa a su ciudad alzándose como nuevo presidente de la constructora familiar, revivi...