𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒳𝒳𝐼

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Después de una caminata para drenar lo último de mi energía, me quedé dormido. Cuando me desperté, había tomado dos decisiones.

La primera era que yo iba a tener relaciones sexuales con Jungkook a pesar de los peligros de una relación con él. Lo segundo era que tenía que volver al club. Ahora mismo.

Me duché y me vestí, dándome cuenta de que, en algún momento, mientras yo dormía, los aparadores y armarios habían sido llenados con la ropa de mi antigua habitación. Esta habitación tenía dos puertas, y después de determinar que una se dirigía a un área de estar muy elegante, tomé la otra que llevaba a un largo pasillo con sólo otras dos puertas más hasta que se abría en lo que parecía una serie de cruce de caminos interiores.

Maldita casa enorme. Debería haber prestado más atención cuando Jungkook me trajo anoche, pero yo había estado un poco mareado.

— ¿Hola? — Grité. Alguien tenía que estar aquí. Jungkook dijo que su personal más confiable tenía sus habitaciones en este piso.

Oí una puerta abrirse, y luego la voz de Eunwoo.

— Ya voy, Jimin.

Él apareció momentos después, usando la misma y rasgada ropa, manchada de hollín de la noche anterior. Una vez que él me vio, me sorprendió dejándose caer sobre una rodilla.

— No hay excusas adecuadas por haberte dejado en peligro... ni podré agradecerte lo suficiente por salvar mi vida.

Miré a mi alrededor, contenta de que nadie más estuviera siendo testigo de esto. — Eunwoo, levántate— lo insté. — Estabas peleando con varios vampiros. No es como que si hubieras decidido irte a tomar una cerveza.

Él se levantó, pero su cabeza permaneció inclinada. — Pensé que el de cabello platinado te había llevado. Se escapó mientras yo luchaba con los demás, así que después de que los maté, lo perseguí. Debería haber buscado en el bar en su lugar. Casi te quemas por mi culpa. Sonreí con tristeza. — Y Hunter está muerto por mi culpa. Podríamos pasar el día sintiéndonos culpables o puedes ayudarme a hacer las cosas bien y llevarme a los huesos de los otros vampiros.

Ahora Eunwoo levantó la vista hacia mí. Confundido. — ¿Sus huesos?

— Los vampiros pueden marchitarse cuando mueren, pero dejan sus esqueletos atrás, — dije con sombría satisfacción. — Nada está más lleno de la esencia de alguien que sus huesos. Déjame tocarlos, y te puedo decir quiénes eran, y si tenemos suerte, quien los ha enviado.

Eunwoo comenzó a sonreír con tan salvaje anticipación que me hizo feliz el no estar en su lista negra.

— Voy a solicitar que los traigan aquí. Mientras tanto, debes comer. Hice un gesto con la mano. — No tengo hambre, gracias.

Él me dio una mirada severa. — Casi no comiste ayer y anoche casi moriste. Pronto vas a utilizar más tu poder. La sangre de Jungkook no puede sostener todas las necesidades de tu cuerpo.

𝔾𝕖𝕙𝕖𝕟𝕒 ᴷᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora