Jasper está sentado en su moto, con las piernas separadas para que yo quepa allí de pie entre ellas. Lo miro a los ojos y no puedo evitar enamorarme de este chico. De este rubio de barba cuidada, y siempre prolija. Sus ojos verdes me recuerdan a una selva intensa.
Mis brazos se entrelazan alrededor de su cuello. Mis dedos juegan con su cabello, enredándolo, haciendo pequeños girones en esos rulos que se le forman en la nuca.
—No lo entiendo —Jasper respira profundo mientras me abraza más fuerte por la cintura.
—¿Por qué te es tan difícil entenderlo? Ya te hablé de mi pasado. Lo sabes todo. Absolutamente todo —Me siento como una nena a la que le dicen que hizo algo malo. Casi que escondo mi cara en su cuello.
—Y yo ya te dije que no soy ninguno de ellos —Toma mi rostro con delicadeza y me besa con suavidad en los labios.
—Lo sé, Jas —Inspiro profundamente mientras trato de evitar que se me caigan las lágrimas—. ¿Por qué no puedes esperarme?
—No es que no pueda. —Me acaricia la mejilla con su pulgar—. Sabes que yo te espero hasta la eternidad si es necesario. —Me sonríe—. Pero llevamos más de seis meses encontrándonos así. Trabajamos en tus miedos y problemas de confianza. Estoy aquí para ti, Sum. No entiendo por qué no queres hacerlo oficial —Me mira un poco dolido—. Y estoy cansado de no poder besarte en el bar. —Hace puchero con los labios. Parece un nene caprichoso. Me mata.
—Lo sé. Lo sé, amor. Fuiste súper paciente conmigo y eso es lo que adoro de ti—. Le acaricio la mejilla y él se inclina hacia mi contacto.
—Pero... —Pone los ojos en blanco.
—Pero es difícil. Por favor, entiende que tuve que dejar mi carrera, mis estudios, mi familia... todo porque un puto idiota no pudo lidiar con una ruptura —Mis lágrimas empiezan a caer mientras hablo. Odio tener que recordar toda esa mierda—. Pasé por mucho... Ya lo sabes todo. Estoy tratando de superar todo eso. Deja que vuelva a tener confianza en mí misma.
—Nena... Acá estoy. Estoy para ti. Sólo para ti. No exise nadie más para mí. Fue así desde que entraste en el bar con esa minifalda de cuero negro y ese top de encaje —Le sonrío
—Sí, aunque me asustaste un poco esa primera vez. Se te caía la baba —Me río, tratando de aliviar la tensión entre nosotros.
—Te quiero, Sum —Me besa—. Estoy enamorado de ti.
—Eres tan perfecto... —Apoyo mi frente en la suya.
—Pero no puedes corresponderme, ¿verdad?
Parece enojado. No, no está enojado... pero sí decepcionado.
—Oye... —le tomo la barbilla levantando su cabeza para que me mire.
—Sí, lo sé... —suspira— tiempo.
Le rodeo con mis brazos y lo beso con ganas. Es un beso acalorado, lleno de pasión y amor. Y de necesidad. Lo necesito. Es esencial en mi vida, pero... Todavía no puedo controlar mis miedos.
Él los controla. Dejo que Jasper tenga tenga el control cada vez que siento que estoy saliendo fuera de mi eje. Descubrí que cuando él tiene el control todo es más fácil. Incluso mis miedos le temen. Cuando él tiene el control, no tengo ningún miedo.
El problema es cuando me devuelve el control. Ahí, todos mis demonios corren una maratón para ver cuál llega primero.
—Dios. Me estás matando —dice, y me besa con tanta intensidad que casi me deja sin aliento.
—No te rindas conmigo —susurro.
—No lo haré.
Lo vuelvo a besar y luego de unos cuantas caricias me deja ir. Camino hacia la puerta de mi edificio y antes de entrar me giro un poco y le tiro un beso. Él sonríe, se sube a su moto y se va. Me meto en el ascensor y subo al quinto piso. Son las once de la mañana... Sky ya debe estar despierta.
Cierro la puerta y, al darme la vuelta, me encuentro con una espalda desnuda y tonificada que me deja muda por unos segundos. Cuando se gira, reacciono a que tengo el cuerpo casi desnudo de Aiden frente. Sólo lleva un par de calzoncillos negros, muy ajustados, que no dejan nada a mi imaginación.
Una persona normal se mordería el labio al ver semejante... paquete, pero la deprimida y triste Summer se limita a echar un vistazo a esos definidos abdominales y a su marcado pecho y hombros.
—Oh, Dios mío —Me río entre dientes—. Aiden, tápate
—Mierda, Mierda —lo oigo maldecir mientras intenta buscar algo con que cubrirse, fracasando estrepitosamente.
—¿Estaban teniendo sexo en la cocina? —digo riéndome mientras dejo la cartera en la barra —Sky sabe que es el lugar prohibido.
—¡¡¡Summer!!! —Me grita sorprendido por mi atrevimiento. Me río de la vergüenza que Aiden este proyectando en este momento. Encuentra un delantal de cocina y se lo pone, lo que hace que estalle en una carcajada sonora.
—Vamos Aiden, relájate. No es nada que no vería si fuéramos juntos a la playa.
Se relaja un poco, pero sigue sonrojado y avergonzado.
—Yo estaba... sólo... preparando algo para Sky —Sonríe—. para cuando se despierte —Me muestra todas las cosas que preparó—. Lo siento si...
—Aiden... —lo interrumpo antes de que intente excusarse más. Él me mira un poco preocupado, yo le sonrío para calmarlo—. Relájate. Sólo me sorprendió... No es habitual tener a un tipo desnudo en la cocina, O al menos uno que no haya estado en mi cama antes. —Sonríe.
Miro la bandeja con todo lo que preparó, y me sorprende porque hay cosas que ni siquiera sabía que teníamos en la alacena.
—¡Pero qué bien se ve ese desayuno! —le digo, robándome unas galletitas de un plato que tiene ahí—. ¡Así se debe despertar a una mujer! —Se pone colorado y me parece terriblemente tierno—. Te voy a dejar terminar con eso. Déjame un poco de café, y si van a tener sexo matutino, por favor, intenten no ser tan ruidosos.
Se ríe, me guiña un ojo y sigue preparando el desayuno para Sky. Me dirijo a mi habitación que, gracias a Dios, está en el lado opuesto del piso. Entro, me desvisto y me tiro en la cama. Tomo mi teléfono para hacerme una foto para Jasper. Coloco el celular sobre la cómoda y me tumbo de nuevo en la cama, boca abajo, levantando un poco el cuerpo para que me aprecie entera, con la ropa interior que él tanto ama. Luego le envió un mensaje con esa foto.
[Summer] Soy 100% TUYA
Su respuesta llega en menos de unos segundos. Es una foto suya, sexy y despeinada. Mostrándome su glorioso rostro, sus increíbles abdominales, y esa V que me marca el camino que tanto me encanta lamer hasta el paraíso.
[Jasper] Tienes mi cuerpo y mi alma. Soy tuyo. Pase lo que pase.
Y poco después otra foto mostrándome sólo el principio de su gran y gordo pene. El resto, la mayor parte del tronco y la punta están ocultos por los calzoncillos.
[Jasper] No te toques tanto con mis fotos.
Me río, pero inmediatamente las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas. Me abrazo a la almohada y me quedo así un rato.
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Perfecto Error
RomanceTres amigas, con miedos, pasados ocultos y presentes complicados. Tres hombres, dispuestos a ir al mismo infierno por ellas. Un ex-detective de victimas especiales, heredero de la mafia listo para entrar en acción