51. Danna

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Una de las tantas fans de Aiden viene y le pide un «orgasmo». Maldito nombre para una bebida, sobre todo porque «todas» las chicas se lo piden a Aiden y todas dicen la misma estupidez del «orgasmo fuerte» y profieren un pequeño gemido cuando dan el primer sorbo.

Es otra época, cuando se lo hacían a Nico, no me molestaba tanto. Sin embargo, en este preciso momento, tengo más ganas de sacar a Aiden de la barra y meterlo en la cocina refugiado que de seguir atendiendo. El bar está lleno de hombres. Muchos de ellos bastante guapos, pero no, tienen que venir a mi hombre.

Me acerco a Aiden una vez que entregó el trago y recibió el típico gemidito, y lo beso con pasión y lujuria, mordiéndole el labio mientras tiro de él.

—¿Qué haces? —Sonríe. Dios, me encanta su sonrisa.

—Reclamo lo que es mío frente a esta manada de sabuesos hambrientos.

Le doy un beso rápido en los labios a lo que el responde con una sonrisa. Su mano se desliza con suavidad por mi mejilla, acariciándome.

—Soy tuyo siempre, nena

—Solías decirme eso a «mí»

Una voz extraña interrumpe nuestro dulce momento. Miro hacia la barra y veo a una mujer preciosa que mira a Aiden con fuego en los ojos.

—Hola, Aiden. ¿Me has echado de menos? —pregunta mientras sonríe de forma con los ojos llenos de ilusión. Aiden se queda estupefacto y helado.

—¿Y esta quién es? —pregunto mientras dejo de abrazar a Aiden.

Puedo sentir como Shae se aproximó unos pasos y cuando giro mi rostro para verla, veo a un Nico muy sorprendido junto a ella.

—Sabina, la... exnovia de Aiden.

—¿Qué haces aquí? —balbucea, y noto al observarlo que se no mueve, está como congelado.

—¿Podemos hablar a solas? —Me observa de arriba abajo y luego vuelve la vista a Aiden—. Hace mucho que... te fuiste y te he echado de menos...

Me felicito a mí misma por no estar saltándole a la yugular o sacándola, arrastrándola de los pelos del bar.

—No me importa si me has echado de menos, —contesta Aiden, de pronto volviendo a tener control sobre su cuerpo—. ¿Qué estás haciendo «aquí»? ¿Qué haces en Miami? ¿Cómo carajo me encontraste?

—Oh. Estoy aquí de vacaciones y vi una foto de ustedes dos bailando sobre la barra que Nico subió a Instagram. Me pareció divertido visitarte.

Ambos miramos a Nico que ahora está pálido.

—Eso es imposible, yo no te tengo como contacto en Instagram —Nico tartamudea.

—Sí, me di cuenta de que me bloqueaste luego de nuestra —mueve su dedo índice de Aiden a ella—, separación. Pero SÍ, tienes a Maite en tu Instagram. Y por si no recuerdas de nuestras «juntadas» —Shae gira su rostro y podría decirse que un tiburón tiene menos ferocidad en sus dientes que ella—. Maite es mi mejor amiga. Oh, y por si no recuerdas a Maite, es con la que nos revolcábamos, la rubia.

—¿En serio? —Aiden lo mira poniendo los ojos en blanco.

—¡Me olvidé que la tenía, Aiden!

—Deja que la llame para que puedas saludarla —acota con una sonrisa maliciosa. Se gira y empieza a agitar los brazos—. HEY MAITE! Ven aquí. Mira a quien he encontrado

Estoy a punto de matar a esta zorra y sé que Shae me ayudara a esconder el cuerpo. Vemos a una Barbie rubia que viene hacia nosotros y tanto Shae como yo empezamos a reírnos.

Perfecto ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora